Yo no soy fotógrafo ni pretendo serlo», repite hasta la saciedad Roberto Arribas, pero en los archivos de su Ipad almacena más de 2.000 fotografías tomadas durante los últimos meses con su smartphone en sus paseos por Segovia donde combina percepción periodística con la sensibilidad creativa de un artista. Una pequeña parte del fruto de su afición por las instantáneas fotográficas podrá verse en las paredes del Bar Santana desde mañana jueves hasta el próximo 15 de enero en la exposición «Segovia inmediata», que reunirá una selección de las imágenes más singulares de su pasión por la fotografía rápida. Con su teléfono móvil y la aplicación Instagram, que permite el retoque inmediato de las fotografías, Arribas ha ido captando su particular visión de la ciudad en la que vive y trabaja, desde el prisma de «un curioso al que le gusta resaltar todo aquello que le llama la atención», según sus propias palabras.
El periodista segoviano y coordinador del gabinete de prensa de IE Universidad considera que «hay otra Segovia distinta a la monumental, una Segovia invisible que pasa inadvertida para muchos pero que reúne un gran atractivo, y eso es lo que he querido reflejar en esta exposición». En cuanto a la metodología de trabajo, Roberto Arribas reconoce no seguir una pauta determinada a la hora de hacer las fotos, y asegura que «siempre llevo el teléfono encendido, por lo que si algo me llama la atención, lo fotografío, lo trato con la aplicación y lo conservo en mi archivo o lo comparto en las redes sociales».
Conscientes de su afición, algunos amigos suyos espolearon su voluntad para que organizara una exposición con algunas de las imágenes más destacadas; una idea a la que le costó sucumbir ya que esta afición por la fotografía «era hasta ahora una pasión íntima, una válvula de escape, pero yo no puedo considerarme un fotógrafo».
Arribas considera que las nuevas tecnologías suponen una «revolución» en la fotografía urbana, pero precisa que el uso de Instagram «no te convierte en fotógrafo de la noche a la mañana». «Lo que a mi más me interesa es poder emplear esta aplicación para ofrecer mi forma de entender la realidad, algunas veces con perspectiva periodística de denuncia y otras con un mero afán estético», asegura Arribas.
Las 52 fotografías de la exposición, todas ellas realizadas en tamaño 30×30 a excepción de cuatro que se han reproducido en 40×40, suponen también la oportunidad de realizar un original regalo de reyes, ya que todas ellas están a la venta y están firmadas por el autor.
