Cuenta Javier Martín de la Fuente que en sus tres primeros meses en la universidad apenas participaba en clase, era incapaz de comunicarse fluidamente con sus compañeros. La razón era que no dominaba el inglés, el idioma en el que se imparten los estudios de Arquitectura en el campus de IE University en Segovia.
Ahora, en su tercer año de carrera, este segoviano se maneja perfectamente en el aula, saca excelentes notas y habla inglés con naturalidad con sus profesores y sus compañeros de aula, procedentes de países como Kenia, Filipinas, Noruega, Francia, Italia, Turquía, Marruecos o Estados Unidos. Javier se lleva bien con todos ellos — “hay un gran ambiente”, dice—, pero quizá este vínculo es más especial con Cristina García Galisteo y Mario Postigo Hernández, ya que los tres comparten una misma “nacionalidad”: los tres son segovianos.
En urbes de grandes dimensiones, la distancia que un estudiante tiene que recorrer para ir todos los días a la universidad puede ser grande; el simple hecho de ir a clase puede convertirse para algunos jóvenes en una odisea diaria. En cambio, Segovia es una ciudad abarcable, todo está a mano, y las distancias son pequeñas: una persona puede recorrer de punta a punta esta ciudad, de apenas cincuenta mil habitantes, sin necesidad de tomar un coche. Para Javier, Mario y Cristina, el campus de IE University está muy próximo, a tiro de piedra de su casa. No todos los estudiantes pueden afirmar que su universidad se ubica en la misma ciudad donde residen y donde se han formado desde niños.
La cercanía del campus de Santa Cruz la Real fue, sin duda, un condicionante importante para que Javier, Mario y Cristina se quedaran, pero fue más tentador el hecho de que IE ofrezca un grado en Arquitectura totalmente en inglés, que facilita unas prácticas profesionales en cualquier lugar del mundo y que está impartido por destacados profesionales de experiencia internacional.
Javier Martín de la Fuente nació en Jaén, pero se trasladó con su familia a Segovia cuando contaba con 12 años. Estudió bachillerato en el I.E.S. Giner de los Ríos, donde finalizó sus estudios con unas calificaciones brillantes. En principio, Javier había sido aceptado en una universidad madrileña para cursar Arquitectura, pero su madre le pidió que antes de decidirse mirara las becas que la Diputación Provincial de Segovia e IE University ofrecen cada año a jóvenes residentes en Segovia. Javier consiguió una de esas becas, que cubren los gastos de matriculación y enseñanza durante todo el periodo universitario.
Cristina García Galisteo también es una alumna con excelentes notas. Disfruta de una beca convocada por el Área de Cultura de la Diputación de Segovia para estudiar en IE University. Al igual que Javier, ella también fue aceptada por una universidad madrileña, pero una de sus mejores amigas, que iba a matricularse en el campus de IE en Segovia, le pidió que pensara bien donde iba a comenzar la universidad ya que “había opciones mejores al lado de casa”. “Estudié segundo de bachillerato en Estados Unidos, me recomendaron IE como una de las mejores universidades del momento y cuando conocí el campus, con estudiantes de más de un centenar de nacionalidades, terminé de convencerme”, afirma Cristina.
Mario Postigo Hernández, estudiante con un notable perfil académico, comenzó estudios de ingeniería en Madrid tras acabar el instituto. “Aquello no me terminó de gustar, era un plan de estudios muy antiguo, desfasado; siempre quise estudiar para ser arquitecto, y la opción de volver a Segovia era muy atractiva”.
Mario, que también goza de una beca de la Diputación, afirma que la posibilidad de estudiar en inglés, las prácticas profesionales en el extranjero y convivir en clase con estudiantes de múltiples nacionalidades fue determinante para que regresara a Segovia y se matriculara en IE University.
Prácticas en el extranjero Estos tres segovianos coinciden en que la opción de hacer prácticas profesionales fuera de España es crucial para ellos. Javier, por ejemplo, trabajó el curso pasado en Londres, en el estudio AL_A , que dirige la prestigiosa arquitecta británica Amanda Levete; y en marzo estará durante cuatro meses en Barcelona haciendo prácticas en el estudio Miralles Tagliabue (EMBT), de la arquitecta italiana Benedetta Tagliabue, una de las arquitectas más relevantes de la escena española. Javier también viajará a Australia como estudiante de intercambio, en concreto, a la Universidad Tecnológica de Sidney, centro innovador que ofrece una educación basada en la práctica y que posee una actividad investigadora puntera.
Por su parte, Cristina se trasladará en marzo a Argentina para trabajar en el estudio de arquitectura “Dieguez Fridman”, con sede en Buenos Aires. Anteriormente, hizo prácticas en Londres, en el estudio de Eva Jiricna, arquitecta y diseñadora de origen checo, miembro del The Royal Academy of Arts.
Mario, que hizo prácticas el año pasado en Madrid en el Ruiz Larrea & Asociados — uno de los estudios más premiados de España — se trasladará el mes que viene a Berlín para trabajar durante cuatro meses en AEDES, un foro de arquitectura al que acuden cada año los mejores arquitectos del mundo.
Los tres segovianos destacan, ante todo, el buen ambiente que hay en las clases de Arquitectura. “Nos llevamos todos muy bien, hacemos un gran grupo, y nos ayudamos entre todos, independientemente de nuestro lugar de origen”, comenta Cristina. Mario añade que “en Arquitectura la gente es muy maja y todos son personas muy sencillas, realmente somos todos amigos”.
Si sus compañeros se lo piden, el “clan” de los segovianos siempre está dispuesto a echar una mano. Javier, por ejemplo, recuerda que tuvo que acompañar un estudiante de Arabia Saudí a comprar en Segovia material indispensable para clase “porque no conocía la ciudad, ni el idioma”. Cristina también se ha ofrecido a compañeros cuando tenían que pedir una cita al médico; o indicarles donde están los mejores comercios o los sitios para cenar y salir por la noche.
Sobre su futuro, Javier, Cristina y Mario proyectan caminos distintos. Javier no tiene una idea clara “porque lo bueno de la Arquitectura es que tiene un campo de visión muy amplio, tiene muchas salidas: desde arquitecto puro y duro hasta diseñador de muebles o de interiores” y subraya que “todavía no he encontrado nada que me apasione”. Cristina, por su parte, lo tiene claro: “quiero montar mi propio estudio de Arquitectura y, si es posible, estudiar un MBA en IE Business School”. Con toda probabilidad, Mario retomará sus estudios de ingeniería en diseño industrial y desarrollo de producto; “también deseo formarme en marketing”, añade.
