El Parque de los Príncipes será escenario hoy de la ida de cuartos de final de la Liga de Campeones entre una potencia consolidada del continente, el Barcelona, y otra que aspira a alcanzar ese estatus impulsado por los petrodólares, el Paris Saint Germain, duelo personificado en dos talentos geniales que compartieron equipo sin llegar a congeniar y que ahora lideran a sus respectivos clubes, Leo Messi y Zlatan Ibrahimovic.
Tras superar el sofocón de octavos de final gracias a una espectacular remontada en el Camp Nou frente al Milan (4-0), el conjunto azulgrana, virtual ganador de la Liga y eliminado de la Copa del Rey, afronta la fase decisiva del torneo más deslumbrante con la intención de prolongar su plusmarca de semifinales consecutivas, ronda que ha alcanzado las cinco últimas campañas.
Para prolongar esta racha, deberá superar a un rival que parece un peldaño por debajo, pero que viene de eliminar al Valencia y ha aumentado su peligro después de que la UEFA haya amnistiado a Ibrahimovic, que inicialmente iba a perderse el choque por sanción. «Supongo que la UEFA seguirá ese mismo criterio a partir de ahora en casos similares», indicó Andoni Zubizarreta antes del viaje.
El sueco vistió la zamarra azulgrana en la temporada 2009-10 y abandonó el conjunto catalán sin congeniar nunca con Leo Messi y echando pestes contra el ‘filósofo’ Pep Guardiola. Tras su paso por el Milan, con el que ya jugó frente a su exequipo, el espigado delantero sueco es la punta de lanza de un PSG muy ambicioso construido en torno a contrastados futbolistas sudamericanos.
En ataque, desde los argentinos Javier Pastore -imparable en la creación y llegada desde segunda línea- y Ezequiel Lavezzi -el mejor escudero de Ibrahimovic- al sorprendente Lucas Moura, el nuevo talento del fútbol brasileño, pasando por el producto nacional de Jéremy Ménez -velocidad y regate- hacen de este PSG un oponente a tener en cuenta.
Quizá su punto más débil sea su defensa. También ahí tienen nombres conocidos, como el exblaugrana Maxwell, pero, sobre todo, el de Thiago Silva, quien ya sabe lo que es marcar en el Camp Nou, con el Milan el pasado año, Alex, o el joven Sakho, también son garantía en la competición gala, pero se deben probar al máximo nivel continental. Además, el italiano Sirigu quiere consolidarse bajo los palos y llegar al nivel de sus compatriotas Toldo o Buffon. En el centro del campo, Ancelotti cuenta con Blaise Matuidi y Marco Verratti como principales sostenes del equipo.
En cuanto al Barcelona, afronta el choque en buenas condiciones tras sestear el pasado sábado en Vigo (2-2) y con la recuperación de Jordi Alba y Xavi Hernández, quienes con toda probabilidad formarán como titulares sobre la hierba parisina. Pero la vuelta más importante es la de Tito Vilanova, que se volverá sentar en el banquillo dos meses después de iniciar una nueva fase de su tratamiento en Nueva York.
El entrenador de Bellcaire podrá alinear a su once de gala a excepción del canario Pedro, que se lesionó con la selección española la semana pasada y no estará disponible hasta el compromiso de vuelta. David Villa jugó un papel clave en la remontada de octavos y su lugar en la alineación parece asegurado, por lo que quedaría un puesto para Cesc, Alexis o Tello.
Si Iniesta se desplaza al extremo izquierdo para emparejarse con Jallet, al que ya ‘bailó’ en el Francia-España, Cesc podría ingresar en el centro del campo. Sin embargo, parece más probable una permuta natural e introducir un atacante, por lo que el ascendente de Alexis rivalizaría con el buen momento de Tello, goleador y asistente ante el Celta mostrando frescura y desborde.
En cuanto a los precedentes entre ambos conjuntos, no existen referentes cercanos, aunque el último es especialmente dulce para el conjunto azulgrana, ya que, en la antigua Recopa de Europa de 1997, el conjunto catalán se proclamó campeón ante el PSG con un tanto de Ronaldo de penalti en la final en Rotterdam.
Por contra, en el último cruce entre ambos en una eliminatoria de la máxima competición continental, en los cuartos de final de la Copa de Europa 1994-95, fueron los parisinos los triunfadores, en un año en que llegaron a semifinales en su mejor actuación. En la ida, en el Camp Nou, se fueron con empate a un gol y, en la vuelta, en su feudo, vencieron por 2-1 para conseguir el billete a ‘semis’ liderados por George Weah. Ahora, 18 años después, intentarán repetir la historia.
