Mazazo a los trabajadores de Iberia. La empresa International Airlines Group (IAG) anunció ayer que realizará un plan de reestructuración de la compañía, que incluye un recorte de plantilla en 4.500 personas, lo que, asegura, salvará a su vez 15.500 puestos de trabajo, y una reducción de la capacidad en un 15% con el objetivo de mejorar los resultados en al menos 600 millones de euros para 2015.
Esta remodelación se comunicó después de conocerse que IAG ha registrado un beneficio consolidado de seis millones de euros entre enero y septiembre, lo que supone una caída del 98%e en comparación con el mismo período del año pasado. «Tenemos que tomar decisiones duras para salvar la firma y volver a ser rentables», explicó el consejero delegado de Iberia, Rafael Sánchez Lozano.
La propuesta incluye cambios estructurales permanentes en todas las áreas de negocio de la compañía, que está perdiendo 1,7 millones de euros cada día, según el consejero delegado, por lo que tiene que «modernizarse y adaptarse al nuevo entorno competitivo en el que sus costes son significativamente más altos que los de sus principales competidores en España y América Latina».
Según la empresa, el recorte de plantilla en 4.500 personas servirá para salvar unos 15.500 puestos de trabajo. Además, se disminuirá la flota en 25 aviones (cinco de largo radio y 20 de corto).
Dos tercios de los despidos anunciados afectarán al personal de tierra, según fuentes de los sindicatos con representación en la aerolínea. Así, el ajuste se traducirá en un recorte de casi 3.030 trabajadores de servicios de tierra, 932 tripulantes de cabina (TCP) y 537 pilotos (uno de cada tres de un colectivo de 1.500).
A corto plazo el plan de transformación se centrará en detener las pérdidas y conseguir que la red sea rentable. En este sentido, se suspenderán las rutas y las frecuencias que no tengan beneficios, a la vez que se garantiza «una alimentación eficiente de los vuelos de largo radio que sean rentables». «Este plan es crítico para Iberia y para el futuro de España. Una Iberia fuerte, productiva, puede crear empleo y estimular el turismo, un sector clave para el país», dijo Willie Walsh, consejero delegado de IAG.
Competir con las ‘low cost’
La compañía anunció que se establecerán nuevas iniciativas comerciales para incrementar los ingresos unitarios, que incluyen un aumento de las ventas por servicios complementarios y opcionales, y el rediseño de web. Paralelamente se suspenderá la actividad de mantenimiento a terceros que no sea beneficiosa.
IAG asegura que el plan «no solo detendrá el deterioro financiero de Iberia, sino que también hará que el negocio sea viable y crezca generando beneficios a largo plazo». Para ello, se transformarán las operaciones de corto y medio radio «para competir de forma eficiente con las compañías de bajo coste que se han establecido con éxito en el mercado».
Además, la reducción salarial planteada para la plantilla que se mantenga en activo será de entre el 25 y el 35%, que se negociará finalmente con los sindicatos.
Oposición radical
La firma ha fijado el 31 de enero como fecha límite para alcanzar un acuerdo con los sindicatos. IAG adelanta, no obstante, que si no se lograse dicho pacto, serán necesarios «recortes mayores y una mayor reducción del tamaño y de las operaciones de Iberia, para proteger el tráfico natural y salvaguardar el futuro de la compañía».
En este sentido, UGT, CCOO y Sepla exigieron a Iberia que «elabore y negocie un verdadero Plan de Viabilidad» tras rechazar el planteado por la aerolínea y aseguraron estar dispuestos a ejercer «cuantas acciones sindicales sean precisas».
Asimismo, se mostraron «sorprendidos» de que «los gestores no asuman ninguna responsabilidad en las pérdidas, limitándose a justificar las mismas en la situación de la economía, los mercados, el precio del combustible, la alta competitividad del negocio y los costes laborales».
