El primer ministro húngaro, Viktor Orban, anunció que a partir de la próxima semana se comenzará a detener a aquellos que entren de manera ilegal en el país en virtud de las leyes contra la inmigración aprobadas recientemente.
Orban denunció que los inmigrantes y refugiados se han revelado contra las autoridades húngaras, tomando estaciones de tren y negándose a registrarse durante los últimos días. Muchos temen que si se registran no podrán continuar su camino hacia otros países del norte de Europa.
“Considerando que nos estamos enfrentando a una rebelión de inmigrantes ilegales, la Policía ha hecho su trabajo de una manera destacable, sin usar la fuerza”, declaró Orban tras reunirse con el líder del Partido Popular Europeo en la Eurocámara, Manfred Weber.
“Han tomado estaciones de tren, se han negado a dar sus huellas dactilares, no han cooperado, y no están dispuestos a ir a lugares donde reciben alimentos, agua, alojamiento y atención médica… se han rebelado contra el orden legal húngaro”, denunció.
En este sentido, anunció que a partir del 15 de septiembre, las nuevas leyes entrarán en vigor, los inmigrantes que crucen la frontera de Hungría de manera ilegal serán detenidos. “A partir del día 15, las autoridades húngaras no pueden estar perdonando el cruce ilegal de la frontera”, subrayó.
Asimismo, instó a la Unión Europea a ayudar a Grecia, primer punto de entrada de los inmigrantes y refugiados que llegan a Europa y que siguen a través de Macedonia y Serbia a Hungría. “Debería haber una decisión rápida para crear una base legal y desplegar a fuerzas europeas en la frontera de Grecia para aplicar la legislación europea en lugar de las autoridades griegas”, reclamó el líder húngaro.
