Segovia ha desempolvado un viejo debate con tintes de ser eterno: retomar el proyecto del parking de Los Tilos (o del Salón) o, por el contrario, enterrarlo para siempre. En la coctelera, una moción inesperada (la del concejal no adscrito Javier Arranz) que se debatirá en el próximo pleno, la próxima aprobación de un planeamiento urbanístico (el Plan Especial de Áreas Históricas) que desautoriza la infraestructura, el cumplimiento de un pacto de Gobierno, que contempla el compromiso de los socialistas de renunciar al aparcamiento, y hasta las estrategias preelectorales de los partidos. La última noticia es que el Gobierno municipal (PSOE), con el beneplácito de su socio de IU, negocia con Isolux, la empresa a la que se adjudicó la construcción de la infraestructura, la rescisión del contrato, a cambio de pagar una cantidad “prudente”, por los trabajos ya realizados, y que podría alcanzar entre 300.000 y 400.000 euros; una cantidad ‘escandalosa’ para el PP, que ahora se muestra partidario de exigir el cumplimiento del contrato y que se lleve adelante la infraestructura.
Ante este panorama, hosteleros y comerciantes han reaccionado y piden que el Ayuntamiento no renuncie al proyecto, al considerar que este parking es “fundamental” para revitalizar el casco antiguo; una opinión que no comparte el movimiento vecinal del recinto amurallado. Las posiciones no se han movido un ápice desde hace casi 25 años; un periodo en el que IU ha logrado frenar los intentos de PP y PSOE para promover una infraestructura de aparcamiento en la ladera o bajo el Paseo del Salón.
El presidente de la asociación Decalles, Javier Figueredo, que agrupa a 217 negocios de comercio y hostelería del recinto amurallado, considera que un parking en la zona alta es “vital” para el casco antiguo, que, según dice, “se muere a pasos agigantados”. A su juicio, rescindir el contrato de ejecución del parking supone “un error rotundo”, puesto que el recinto amurallado precisa de plazas de aparcamiento y una infraestructura de estas características “aunque sea de pago” supone dar facilidades de acceso. “Nos da igual el parking de Los Tilos, el del Salón, que se construya bajo la Plaza Mayor o bajo la Plaza de los Huertos… el casco antiguo se muere, hacen falta plazas de aparcamiento para que venga la gente”, afirma Figueredo, que no entiende, por otra parte, cómo “antes de decidir si se renuncia o no al proyecto no se consulta a los afectados, en este caso a los comerciantes y hosteleros de esta zona de la ciudad”.
Al argumento de que este parking ya no es viable económicamente, motivo por el que Isolux quiere renunciar al contrato, Figueredo responde: “Hay muchas cosas que no son viables económicamente y se hacen, el transporte público genera pérdidas, pero hay que prestarlo, nosotros pagamos impuestos y creemos que es un servicio que se nos tiene que dar”. “Este parking es necesario para mantener los comercios del casco antiguo, los impuestos suben, la facturación baja, si no facilitamos que la gente venga, estamos avocados a desaparecer”, resaltó.
El presidente de la Agrupación de Industriales Hosteleros (AIHS), Julián Duque, comparte la opinión del presidente de Decalles. “Aquí todos queremos un parking en el casco antiguo, es fundamental para los que vivimos aquí y para los comerciantes y hosteleros”, afirma Duque, perplejo por el hecho de que “encima nos va a costar dinero rescindir un contrato”. El presidente de la AIHS aboga por exigir a Isolux el cumplimiento del contrato y que, en consecuencia, se construya el parking “que es lo más barato para las arcas municipales”, ironiza. El aparcamiento de Los Tilos o del Salón es, a juicio de Duque, “de urgente necesidad para la supervivencia económica” del casco antiguo. “Vienen las elecciones y las promesas, es buen momento para ver los programas electorales y comprobar qué partidos apuestan por el aparcamiento de Los Tilos y cuales no”.
Frente a la opinión de Decalles y la AIHS se sitúa la de la Asociación de Vecinos del Recinto Amurallado (AVRAS), que no es partidaria del parking y sí de que el Plan de Áreas Históricas (PEAHIS), como así lo contempla ahora, proteja las laderas del Paseo del Salón. “Es en realidad el único paseo con el que cuenta el casco histórico, que no está sobrado de estos espacios”, sostiene el representante vecinal, Pedro Montarelo. Como alternativa al parking del Salón o de Los Tilos, los vecinos han propuesto un aparcamiento disuasorio en la zona del Velódromo, en San Millán, que ahora se utiliza como estacionamiento al aire libre.
Montarelo cree además que a la construcción de este parking se puede añadir la incorporación de un ‘remonte mecánico’, desde el Paseo de Los Tilos o la calle de San Millán, hasta el propio paseo; un elemento “que no tiene porqué suponer un impacto visual negativo”. Además de este remonte o escaleras mécanicas, los vecinos plantean un servicio de transporte gratuito, en microbús, desde ese aparcamiento en Velódromo hasta la parte alta de la ciudad.
El representante de AVRAS afirma que el parking de Los Tilos “aporta poco a los vecinos” puesto que “no hay acceso directo y es un sitio apartado”; mientras que las plazas que se reservarían para los residentes “como ocurre con el de Las Oblatas” serían a “precios prohibitivos”. Asimismo, Montarelo considera que el coste por rescindir el contrato con Isolux “no es razón suficiente para retomar” el proyecto. “Si hay que pagar esa cantidad, pues habrá que hacerlo, aunque la pena es que no se asuma responsabilidad por parte de quienes asumieron esos compromisos”, concluye.
ARS Mechanicae.- A partir del día 6, el Real Ingenio mostrará la exposición temporal “Ars Mechanicae. Ingenieria Medieval en España”, que recoge lo más esencial de la tecnología e ingeniería de este largo periodo de la historia. La muestra, organizada por el CEDEX, es un proyecto de la Fundación Juanelo Turriano, promovido y dirigido por Ignacio González Tascón, fallecido en 2006, y completado bajo la dirección de Pedro Navascués.
La muestra se inauguró 17 de octubre de 2008 en el Real Jardín Botánico de Madrid, permaneciendo expuesta hasta el 7 de enero de 2009. Fue visitada por más de 52.000 personas. Desde entonces ha recorrido diferentes ciudades, como Logroño, Tarragona, Murcia o Valladolid. Se distribuye en cinco áreas distintas: “La herencia romana y el mundo visigodo”; “El agua. Abastecimientos y regadíos”; “La industria”; “La construcción” y “Los caminos terrestres y marítimos”.
