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Hora de pasar página

por Redacción
4 de diciembre de 2011
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La conmoción generada en Sepúlveda y sus pueblos agregados por la violenta muerte, esta semana, de un vecino de Aldehuelas de Sepúlveda coleaba todavía ayer. En la Plaza de España de la villa, algunos corrillos comentaban a primera hora de la mañana —y a pesar del frío reinante— la noticia publicada por EL ADELANTADO del ingreso en prisión del hermano menor de la víctima, M.A.C.L., un pastor muy conocido por los contornos, así como la decisión del juez que instruye el caso de dejar en libertad con cargos al mayor de los tres hermanos, F.J.C.L.

Pero, más allá del posible homicidio, Sepúlveda estaba muy animada. Se preparaba para el puente de la Constitución, uno de los más fuertes, desde el punto de vista turístico, de todo el año. Así, la mayoría de los establecimientos de hostelería recibían los últimos pedidos de sus proveedores. El huevero hacía el reparto, los distribuidores de bebidas dejaban las cajas solicitadas, los dueños de los figones hacían acopio de leña para sus hornos…

Intentando pasar página a la tragedia, Sepúlveda quería centrarse ayer en su primera industria, el turismo. El macropuente ha comenzado “un poco flojo”. De hecho, los alojamientos únicamente habían vendido el 50% de sus habitaciones para la noche del sábado. Sin embargo, a medida que vayan pasando los días, el número de pernoctaciones irá subiendo, de forma coincidente con una mejoría del tiempo. Previsiblemente, del jueves 8 al domingo 11 se registre un “lleno total”. Con el invierno ya a las puertas, son multitud quienes se desplazan hasta las Hoces del Duratón para dar un paseo por el parque natural, y luego visitan Sepúlveda, donde degustan su afamada gastronomía . “Cada vez es más frecuente que pernocten personas que llegan a Sepúlveda sin reserva”, explica la directora del Museo de los Fueros, Ana Herrero. El atractivo de Sepúlveda hace que no pocos que llegan “a pasar el día” decidan al final de la jornada quedarse a pernoctar.

La villa tiene una amplísima oferta de hospedaje, de todo tipo de categorías. En total, los 17 alojamientos suman 350 plazas.

Por si era poco, en los pueblos agregados a Sepúlveda ha florecido en los últimos años el turismo rural. El pequeño Aldehuelas, por ejemplo, cuenta con dos casas de turismo rural, “Los Lebreles Namasté” y “La Perseverancia”, cada una de ellas con diez plazas.

“A pesar de la crisis, yo no me puedo quejar”, señalaba ayer María Jesús Cuesta, propietaria de “Los Lebreles”. Sus clientes son, principalmente, familias y grupos de amigos, que acuden a Aldehuelas “para estar juntos” o “descansar”. En este caso, el pueblo ofrece todo los necesario para que los huéspedes marchen satisfechos. Y aunque el suceso de esta semana pueda haber enturbiado el nombre del lugar, sus contados vecinos esperan “que todo se aclare pronto” y Aldehuelas vuelva a ser lo que siempre fue: un caserío muy chico, cuya belleza radica en su rústica sencillez y sus paisajes, y que tiene como vecino a uno de los más hermosos parques naturales de toda España.

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Edición digital del periódico decano de la prensa de Segovia, fundado en 1901 por Rufino Cano de Rueda

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