El trabajo, el sacrificio, el esfuerzo, la pasión y el compromiso son valores que atesora el deportista al margen del liderazgo o el rol que le toque asumir dentro de un equipo. En la trayectoria de un deportista muchas son las variables que intervienen para hacer una carrera duradera, para alcanzar las metas propuestas o para construir un proyecto que perdure.
Sin duda, la mejor elección es sumar el deporte y sus valores al camino para afrontar los retos de cada etapa. Identificar a quienes dan pasos y visibilizar su proyecto es un derecho exigible, ya que el esfuerzo de muchos y muchas deportistas durante estos años representan el presente y el futuro de aquellos que suman éxito y son proactivos a trabajar en equipo.
Una de estas deportistas que escriben su nombre con letras de oro es Raquel García, jugadora humilde, entregada y trabajadora. No la encontrareis encabezando clasificaciones anotadoras o siendo la destacada MVP del partido pero sumaba equipo, su vida giró en torno a proyectar deporte y valores. Vinculó su trayectoria deportiva al ejemplo y a la enseñanza. Su visión de juego la proyectó a la vida para difundir un estilo saludable y ético.
El pasado jueves 17 de noviembre en Madrid, el Ayuntamiento de la capital reconoció su trayectoria y su esfuerzo en un homenaje emocionante durante la cuarta Gala de las Mujeres Deportistas Poderosas. Porque su poder especial fue proyectar deporte y generosidad. Raquel, gracias por tu legado.
