El presidente francés, François Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, llegaron ayer a Moscú para discutir con el presidente ruso, Vladimir Putin, una solución pacífica para el conflicto en el este de Ucrania
Hollande y Merkel, que ya se encuentran en el Kremlin, se reunieron el jueves durante cinco horas con el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, y los tres coincidieron en la necesidad de encontrar “una solución pacífica al conflicto en Donestk y Lugansk”.
Hollande reveló que él y Merkel elaboraron un documento que esperan que sea “aceptable” para todas las partes y que permita poner fin al conflicto. El formato para discutirlo podría pasar por el del diálogo de Normandía.
El jefe de Estado galo subrayó que el objetivo es un acuerdo global, aunque obviamente el primer paso sería un alto el fuego. Merkel advirtió por su parte de que la tregua podría ser difícil de conseguir, adelantando que “quizá harán falta más conversaciones”.
“Tras haber pasado varias horas en Kiev, (el objetivo) es de hecho conseguir un acuerdo”, indicó Hollande antes de viajar a la capital rusa junto a la canciller alemana, Angela Merkel, con la que el jueves se trasladó a la capital ucraniana para reunirse con su presidente, Petro Poroshenko.
“Todo el mundo sabe que el primer paso debe ser un alto el fuego, pero no es suficiente. Debemos conseguir un acuerdo integral”, defendió.
La canciller alemana, Angela Merkel, por su parte reconoció ayer que no está claro si ella y el presidente francés, François Hollande, conseguirán avances en sus conversaciones en Moscú con el presidente ruso, Vladimir Putin, y lograrán un alto el fuego en el este del país ucraniano.
“Está totalmente abierto si conseguiremos, con estas conversaciones, lograr un alto el fuego. No sabemos si se logrará hoy, si, quizá harán falta más conversaciones”, señaló Merkel en rueda de prensa en Berlín con el primer ministro iraquí, Haider al Abadi.
