Es inconcebible que, con la situación tan extrema que padecemos, con las limitaciones de un calibre inimaginable, impuestas para poder plantarle cara al COVID-19, con el sacrificio que esta suponiendo a toda la población Española, sin poder juntarse, sin poder despedirse del ser querido que fallece a causa del mismo, sin poder viajar ni desplazarse, con un toque de queda, con la hostelería arruinada, el turismo en caída libre, miles de empresas cerradas, la mayor tasa de paro de la última década, y ¿ahora van a convocar manifestaciones el 8 de marzo?.
Es vergonzoso que mientras todos nos sacrificamos y cumplimos todas las restricciones que se imponen desde el Gobierno, con la excusa de paralizar la viralidad de la pandemia, exigiéndonos esa responsabilidad a toda la ciudadanía, llegando a límites impensables, ahora ya sí se puede salir a la calle, ahora sí se pueden juntar mas de 4, 6, 25 y hasta 500 personas, ahora sí se puede uno manifestar, mientras la hostelería y el turismo están en la absoluta ruina debido a las medidas adoptadas por el Gobierno que no controló a tiempo la llegada de esta pandemia, irónicamente el 8 de marzo del año pasado, y que este año, lejos de enmendar su error y asumir responsabilidades, vuelve a desafiar al virus, abriéndole las puertas a la cuarta ola.
Es deleznable, que se convoquen manifestaciones en la situación que nos encontramos, y no por los derechos de las mujeres, que por supuesto tienen que ser defendidos, sino que esto únicamente es parte de su campaña política, pero tan deleznable son quien las convocan, como quien asiste a las mismas.
