El candidato del Partido Popular a revalidar por tercera vez como presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, puede poner en entredicho la teoría de que el ejercicio del poder genera desgaste en cuanto al respaldo electoral. A tenor de los resultados sobre intención de voto que refleja la amplia encuesta realizada por TNS Demoscopia para los periódicos del Grupo Promecal, el PP puede alcanzar el próximo 22 de mayo un nuevo techo electoral después de 24 años al frente del Ejecutivo regional.
El sondeo, realizado mediante una muestra de 4.600 entrevistas telefónicas entre el 26 de abril y el 3 de mayo, incrementa considerablemente la expectativa de voto del PP. Con un incremento de tres puntos sobre los resultados de 2007, la candidatura popular obtendría un 52,4 por ciento de los votos, avance que le permitiría reforzar su holgada mayoría absoluta hasta con 5 procuradores más. Sobre los 48 representantes actuales, la encuesta concede al PP una horquilla entre 51 y 53 escaños. De esta forma la formación que lidera Herrera mejoraría en una décima el 52,3% de respaldo obtenido por su predecesor Juan José Lucas en las elecciones autonómicas de 1995, justo un año antes de que José María Aznar ganase las elecciones generales.
El nuevo tirón de los populares unido al retroceso de los socialistas aumenta más todavía la importante brecha existente en cuanto a la representatividad de la que gozan los dos princiapales partidos en el Parlamento regional. La distancia actual de 15 procuradores puede convertirse en una diferencia de 21 o 22 escaños en unas Cortes regionales que en la próxima legislatura contarán con un asiento más, hasta un total de 84 escaños.
Si el ejercicio de gobierno no supone lastre para el PP autonómico, los socialistas de Castilla y León sí parecen acusar el deterioro de la imagen del Gobierno central como consecuencia de la gestión de la crisis económica. Según los datos de la encuesta de TNS Demoscopia para Promecal, el PSOE de Óscar López, quien concurre por primera vez como candidato a la Presidencia de la Junta, encajaría un significativo retroceso en la cita del 22 de mayo.
Las expectativas de voto que estima el sondeo descienden hasta un 32,4 por ciento, lo que representa una caída de 5,3 puntos respecto a los resultados registrados en los comicios de hace cuatro años con Ángel Villalba al frente del PSOE regional. Un porcentaje que se situaría como el segundo peor obtenido por el PSOE en elecciones autonómicas, después del suelo tocado en 1995 cuando descendió hasta el 29,6 por ciento de los votos.
De confirmarse en las urnas la intención de voto que recoge el trabajo demoscópico, el PSOE reduciría su representación parlamentaria en 2 o 3 escaños, pasando de los 33 procuradores actuales a 30 o 31.
Al margen de los dos partidos mayoritarios, la tercera fuerza política con representación reduce su espacio en las Cortes regionales. La Unión del Pueblo Leonés (UPL) cuenta con una intención de voto del 2,1 por ciento que, concentrada en una única circunscripción, le garantiza su presencia en el parlamento regional.El medio punto de desgaste respecto a los comicios de 2007 le costaría uno de los dos escaños que obtuvo en las pasadas elecciones. De esta forma su cabeza de lista, Alejandro Valderas, quedaría como única voz del leonesismo en la Cámara autonómica.
Por su parte, Izquierda Unida tiene opciones de regresar a las Cortes después de dos legislaturas ausente. La coalición de izquierdas que lidera actualmente José María González mejora sus expectativas en un punto y medio hasta sumar el 4,6 por ciento de los votos. Un porcentaje que mantiene en duda la posibilidad de obtener un único escaño. Si se confirmase la mejor de sus expectativas el escaño que arrebata IU al PSOE en la provincia de Valladolid le serviría a González para tomar el testigo parlamentario del procurador Antonio Herreros después de un paréntesis de ocho años sin representación.
Por otra parte, la encuesta atribuye a Unión Progreso y Democracia (UPyD) un 2,6 por ciento de los votos. El partido que lidera la diputada Rosa Díez en el ámbito nacional concurre por vez primera en Castilla y León a las elecciones autonómicas pero no logra suficiente respaldo para tener voz parlamentaria. Finalmente, el sondeo calcula en un 5,9% los votos en blanco y otros, lo que representa casi un punto y medio menos que en los comicios de 2007.
