El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, repasó la historia de la Comunidad desde que se aprobara el Estatuto de Autonomía en 1983, 35 años en los que considera que le “ha ido bien” con la introducción de numerosos avances que le permitió “modernizarse y mejorar”.
Con motivo de la celebración del XXXV aniversario del Estatuto de Autonomía el próximo 25 de febrero, el presidente de la Junta rememoró que en 1983 vivía en un colegio mayor en Madrid, desde donde se preparaba una oposición a Notarías.
Como recién licenciado en Derecho Herrera vivió muy de cerca todos los cambios y transformaciones que se vivieron en España durante la transición y tras la aprobación de la Constitución de 1978, momento en el que, como ha señalado, empezó “a cambiar todo”, desde el derecho civil, al mercantil o el político.
El presidente ha rememorado cómo se vivió el proceso en Burgos y reconoció que en aquel momento hubo “luces y sombras”. “Yo no participaba en política entonces pero sí conocía personalmente a algunos de los protagonistas, entre ellos los presidentes preautonómicos”, reseñó Juan Vicente Herrera.
No obstante, tras 35 años de autonomía, el presidente consideró que a Castilla y León “le ha ido bien” y destacó su condición de comunidad histórica y cultural basada en la Constitución, a lo que ha sumado su consideración de región europea.
Herrera reconoció que la construcción de la autonomía desde una sociedad “viva y dinámica” no fue sinónimo de la resolución de todos los problemas de “un plumazo”, tras lo que destacó que con su evolución se ha demostrado que “el modelo autonómico ha funcionado bien en Castilla y León”.
“Le ha permitido modernizarse, mejorar sus grandes servicios públicos, definir un modelo económico mucho más desarrollado y equilibrado, sin perjuicio de que haya graves problemas y retos”, destacó, al tiempo que ha citado que existen cuestiones estructurales como el envejecimiento de la población y el negativo proceso demográfico actual, y otras cuestiones estructurales como los efectos “de la más grave crisis económica y por tanto social”.
Por último, Herrera consideró que fue “enormemente positivo” poder ofrecer a los ciudadanos respuestas dadas desde “la cercanía, el compromiso, el diálogo social y desde la convivencia de provincias tan distintas y tan diversas y tan ricas”.
