Un escenario inmejorable como es la Iglesia de San Juan de los Caballeros acogió el viernes la charla de Thomas Heatherwick con Martha Thorne, el responsable de dejar atónito al mundo entero con el innovador diseño del pebetero que iluminó los Juegos Olímpicos de Londres. Por su parte Thorne dirige el premio Pritzker, el más prestigioso de arquitectura, y es decana del IE Universidad.
Este joven diseñador británico ha revolucionado el mundo de la arquitectura y es conocido por el uso de innovadores materiales durante su fulgurante carrera.
Durante el coloquio explicó el proceso de creación de la llama olímpica, que desde el comienzo todo el equipo quiso que fuese un pebetero especial y único.
Explicó que deseaban que así fuese porque ningún pebetero suele ser recordado, solo el de Barcelona 1992, que en sus palabras “no atrajo por su diseño físico, sino por la sensación que produjo en los corazones”. Fue en ese momento cuando el equipo de diseño de Heatherwick, con él a la cabeza, entendieron “que había que diseñar un momento”.
Esa idea se tradujo en 204 pétalos de cobre que representaron a los países participantes en los juegos, cada uno diferente al anterior y que finalmente se unieron en una llama representante de la unión de los pueblos.
Heatherwick además, narró varias curiosidades de la creación del pebetero olímpico, que se mantuvo en secreto durante todo el proceso bajo el nombre clave de ‘Betty’. Explicó que se eligió el cobre como material porque deseaban introducir un nuevo material que no fuese ni oro, ni plata ni bronce, tan recurrente durante los juegos, y este material adquiría un color especial tras el fuego. Además también anunció que cada pétalo de cobre está siendo enviado a los países participantes.
Además, el estudio de arquitectura de diseño que el propio Heatherwick lidera ha creado numerosos monumentos y esculturas públicas en ciudades como Londres, Liverpool o Nueva York así como el pabellón de Reino Unido de la Expo de Shanghai. El arquitecto apuntó que su objetivo y su pasión es “usar la propia infraestructura de la ciudad para mejorar la vida de los demás” y hacer de cada uno de sus proyectos no solo algo funcional, sino también algo bello.
El diseñador tuvo tiempo para hablar de otro de sus grandes proyectos, los nuevos autobuses rojos londinenses que dentro de cuatro años tomarán las calles de la capital británica. Su meta ha sido crear un nuevo concepto de transporte urbano más amplio y cómodo para los usuarios, que ha dado como resultado un autobús que reinventa totalmente el clásico autobús londinense.
Este diseñador británico ha sido calificado como el ‘Leonardo da Vinci de nuestro días’ y con sus diseños, como el pebetero olímpico, sorprende al mundo entero.
