Su etapa como matador de toros la ha iniciado con buen pie y de momento no se puede pedir más…
Hombre, por pedir que no quede, ya que este año ha habido faenas buenas, pero han faltado los triunfos en las plazas importantes, cortar las orejas y abrir sus Puertas Grandes. Es verdad que para el poco tiempo que ha transcurrido desde la alternativa estoy toreando bastante, aunque uno siempre tiene que exigirse más.
Su trayectoria de novillero y su convincente alternativa en Las Ventas el pasado año le han allanado mucho el camino
Desde luego que sí. La etapa de novillero me sirvió enormemente, sobre todo para llegar preparado a esa alternativa en Madrid, una plaza que pesa muchísimo para todo el mundo, así que imagínese para un chiquillo que ese día se doctoraba. Fue una apuesta fuerte, pero este mundo está hecho para la gente que quiere ser algo y yo no me quería quedar atrás. Al final la cosa salió bien y Madrid me abrió las puertas de Pamplona, Bayona, Vitoria y otras muchas plazas en las que coseché triunfos destacados.
La temporada de 2009 fue buena, pero pudo ser mucho mejor…
Acabé matando 16 corridas y pudieron ser otras diez o doce más, entre ellas Nimes, Logroño, Zaragoza, Valencia, Sevilla, Salamanca… Fue una lástima esos percances de Albacete, pues la temporada iba muy encarrilada y se frenó un poquito al final. Pero, bueno, este año están rodando bien las cosas, ya he toreado diez tardes en las que he disfrutado mucho.
De esas diez tardes, dos en Madrid, una en Sevilla y otra en Valencia…
En Sevilla y en Valencia, además, estuve muy bien, aunque por unas cosas u otras al final la espada no funcionó. Una lástima, pues realicé faenas importantes a las que no puse la guinda. Y eso no puede ser así, pues yo estoy para reivindicarme y qué mejor forma de hacerlo que logrando triunfos sonoros en este tipo de plazas.
Me gusta esa ambición, aunque si le dicen cuatro años atrás que ahora iba a estar haciendo el paseíllo en estas plazas no se lo creería
Para nada. A los 16 años mi sueño era la alternativa, pero ni me imaginaba estar anunciado en La Maestranza, en Las Ventas y en otras tantas de primera en las que ahora toreo. Por suerte, trabajando mucho y jugándomela he llegado hasta aquí y he de seguir apretando mucho los dientes para alcanzar cotas mayores.
A los 16 años se vestía de luces, a los 18 debutaba con caballos y a los 20 tomaba la alternativa. ¿Cuando cumpla 22 años?
Es cierto que he ido dando pasos importantes en mi carrera de dos en dos años. Ojalá que con esa edad sea capaz de abrir la Puerta Grande en Madrid y me pueda poner en figura del torero. Todo puede ser.
No le han castigado mucho los toros, pero cuando le han dado lo han hecho fuerte
Somos toreros y estamos expuestos a ello. A unos se las dan antes y a otros más tarde y siempre hay que estar preparado. Yo llevo ya cuatro cornadas y es verdad que algunas de ellas han sido muy fuertes.
¿Se aprende de las cornadas?
Algo se aprende, pero como más se instruye uno es toreando. Lo demás son tonterías.
Año de crisis este 2010, si bien de la mano de los Choperita se notará menos…
La crisis afecta a todos en mayor o menor medida. Contar con el apoyo de una casa importante como es la de los Choperita te permite torear un mayor número de corridas, siempre y cuando seas capaz de dar la cara. No obstante, con lo que he hecho este año, en cualquier otra etapa se hubiera rentabilizado mucho más que ahora ya que el número de festejos se ha reducido notablemente y cada vez es más difícil entrar en los carteles.
A Manuel Martínez Erice le gusta que sus pupilos sigan arropados por aquella gente que siempre les ha acompañado
Desde que empecé siempre he estado con Gonzalo González, a quien estoy muy agradecido por el mucho tiempo de su vida que me ha dedicado, de ahí que Chopera haya creído positivo que ambos sigamos juntos.
Y para los Choperita no vale cualquiera…
Saben lo que ven y yo sé que tienen mucha confianza depositada en mí. Lo que debo hacer es apretar fuerte para que salgan las cosas bien. Con su apoyo puedo ser mejor.
También con una casa grande se corre el riesgo de acabar quemado
Cuando uno confía en sí mismo, el respaldo de estas casas te puede encumbrar. Lo malo es cuando uno no tiene plena confianza en sus posibilidades. En estos supuestos es probable que este tipo de apoderamientos puedan ponerse a la contra.
