La acumulación de partidos en las piernas de los jugadores profesionales se apunta como una de las causas de las lesiones entre los futbolistas. Por supuesto que no todas, ya que existe un porcentaje de dolencias traumáticas que no son producto del cansancio, si bien este factor puede tener alguna influencia en el percance por la fatiga muscular del futbolista que suma minutos y minutos de competición, sin muchas veces el descanso necesario para la recuperación de los esfuerzos.
Los torneos se multiplican y los partidos con sus inevitables desplazamientos se suceden sin solución de continuidad. Los intereses económicos obligan a los clubes a intentar explotar la gallina de los huevos de oro hasta la saciedad, siendo los jugadores los que terminan pagando la factura más alta, con lesiones de larga duración.
Siempre se había reclamado moderación del calendario, en atención de los propios jugadores. Se veía venir y ya hace años hubo quien dijo que uno de los problemas del futbol era que se jugaba con exceso. Creo que también hoy en día alguien ha pensado que este deporte es igual que el baloncesto donde se llegan a jugar hasta tres partidos por semana.
Ahora, con más competiciones que nunca, no sólo no se ha solucionado el problema sino que se han sobrecargado los calendarios, y de qué manera. También se está pensando en acortar las competiciones, eliminando las dobles vueltas e incluso creando calendarios reducidos, aumentando los grupos. Lo económico manda y tanto federaciones como clubes estudian, cuándo y de qué forma.
