La sede del Archivo Histórico Provincial de Segovia, acoge este viernes, 20 de junio, a las 19.00 horas, la presentación del libro ‘El cambio en cien palabras; ¿cómo será el mundo en 2050?. La última obra del periodista Fernando Jáuregui, quién debatirá sobre uno de estos cambios sustanciales ¿poblar los núcleos urbanos y rurales pequeños o ir a la gran urbe? junto al fiscal Joaquín González Herrero —autor de obras como ‘Segovia en verso’ o ‘El Puente del Naranjo, Memorias de Martín Muñoz de las Posada’— y a la decana del Colegio de Arquitectos de Castilla y León, Susana Moreno Falero. Un debate que estará moderado por el propio autor, Jáuregui, y por el periodista de la Asociación de la Prensa de Segovia y profesor universitario, Manuel Antonio Pacheco.
— ¿En qué consiste el debate sobre urbes y medio rural que llevarán a cabo este viernes en Segovia?
— Una de las facetas del cambio más importantes es la ciudad del futuro y el territorio del futuro, cómo se va a repartir. Uno de los grandes debates va a ser si se va a registrar una vuelta a la vida rural o a la ciudad pequeña o si vamos a ir más bien hacia las mega urbes de 15 millones de habitantes en adelante como en China o como ya empieza a pasar en Estados Unidos. Ese es el debate que quiero plantear entre el fiscal que ha escrito algunos libros y la decana de arquitectura, que tendrán dos planteamientos diferentes.
Hay que resaltar que uno de los grandes debates es ¿Qué tipo de territorio vamos a habitar en el futuro? porque lo que no puede ser es la dualidad tremenda entre los territorios súper habitados, costeros sobre todo, y los poquísimos habitados de interior, como ocurre en buena parte del territorio español. Y queremos poner a Segovia como ejemplo para el debate.
— ¿Por qué en Segovia se dan ya estos aspectos dispares de poblaciones pequeñas y otras súper pobladas?
— No, en Segovia todavía no sucede pero el problema es que está al lado de Madrid y hay gente que piensa en un Madrid de Distrito Federal, en un Madrid DF. De hecho hay libros ya de algunos arquitectos más o menos visionarios que lo dicen, y a mí sinceramente me parece que uno de los riesgos, vamos a llamarlo así, que corre Segovia es quedar un poco engullida por una capital estado. Por una ciudad-estado, no por la capital del estado, sino por una mega ciudad-estado. Tanto Segovia como el resto de territorios cercanos a Madrid. Es decir, podemos decir lo mismo de Ávila, Toledo e incluso hasta de Ciudad Real, seguramente, y Guadalajara, por supuesto. Bueno, todo eso es un tema que debe ser debatido. ¿Cuáles son las ventajas? ¿Cuáles son los inconvenientes? ¿Cuáles son las posibilidades? ¿Y cuáles son las imposibilidades? Y eso haremos.
— Como periodista que ha investigado y se ha documentado al respecto ¿Cuál cree que es el futuro del territorio, de las dos opciones?
— Me temo que las tendencias, y digo me temo porque no es lo que me gusta, van más hacia la macro-macro-urbe. Y hacia una vuelta racional a esquemas territoriales más conservadores o limitados.
“El transhumanismo, la transformación del humano, está ahí. Es un tema de gran envergadura y trascendencia para que los periodistas nos dediquemos a ello y las personas tomen conciencia”
— ¿Y esta tendencia hacia las macro urbes puede estar condicionada por la falta de oportunidades en el empleo, la falta de vivienda o a qué cree que se debe?
— El cambio es todo. El primer cambio es el de la pirámide poblacional, que se muere más tarde y no hay nacimientos. Luego, esto tendrá que condicionar el hábitat, el ocio, el negocio, la alimentación, los viajes… todo. Y las ciudades, evidentemente. Las ciudades necesitarán unos espacios específicos y unas facilidades de acceso y de transporte a mayores para una población envejecida. A partir de ese cambio en la pirámide poblacional pues todo queda reflejado, a haber cambios políticos, económicos, nos tendremos que jubilar mucho más tarde, se trabajará de otra manera, nos transportaremos de otra forma, el ocio será distinto y la ciudad también. ¿Qué es lo que en el fondo va a imperar? Pues las grandes ciudades porque las facilidades, por ejemplo, en cuanto al tratamiento de salud serán mayores, las facilidades en cuanto a obtener todos los servicios en quince minutos serán mayores también. Y, en fin, o realizamos un gran esfuerzo por mejorar la ruralización y la distribución territorial del país, y del mundo en general, o seguramente iremos hacia una absorción por parte de la gran ciudad y todo el entorno próximo.
— En este debate le acompañarán Joaquín González y Susana Moreno, ¿qué perspectiva tiene cada uno de estos participantes al debate? ¿Por qué han sido elegidos?
— Joaquín González Herrero, es fiscal de la Audiencia Nacional que ha escrito muchos libros sobre Segovia, incluso una poesía. Yo le presenté uno que se llama ‘El puente del naranjo’, que son las memorias de Martín Muñoz de las Posadas, un pueblo que considera el paraíso oculto. Él no oculta para nada, que quiere volver un poco a una cierta ruralización. Entre el elogio de corte y el menosprecio de aldea, él prefiere el elogio de aldea y el menosprecio de corte, eso está claro. Y en cuanto a la decana del colegio de arquitectos de Castilla León, Susana Moreno, supongo que tendrán los planteamientos un poco diferentes, en cualquier caso, el debate está ahí, y será moderado por un periodista segoviano. Y yo estaré también ahí para ver qué intervenciones hay entre medias. En definitiva, creo que es un tema de altísimo interés para una ciudad como Segovia, y para el mundo en general. Desde luego tenemos que replantearnos esto y tomar una serie de soluciones.
— ¿En qué consiste su libro ‘El Cambio en 100 Palabras’?
— Es una perspectiva mirando hacia el año 2050 y parte de la base de que los periodistas somos los que tenemos que contar el cambio. Eso sí, basándonos por supuesto en el dictamen, en las conversaciones y en la información de los expertos. De alguna manera tenemos que contar a las generaciones que vienen y a las actuales también hasta qué punto el cambio va a influir en sus vidas.
Hay que concienciar a la gente en el sentido de la importancia del cambio, para que el cambio no les arrolle. De hecho el libro mío está más bien dedicado a las generaciones millennial y zeta que son las que nos van a gobernar, cuando reine Leonor I, si es que reina, que yo supongo que sí que reinará, pues son los que nos van a gobernar. Entonces el libro pretende hacer un recorrido por los cambios que nos van a acontecer en cuanto a salud, dinero, amor, felicidad, automovilismo, carrera espacial, alimentación, a comunicación, por supuesto, en cuanto a meta verso y la realidad paralela. Es una prospectiva un poco de todo. Un recorrido por todos los cambios imaginables. Cuando yo nací, se publicaban Las Crónicas marcianas de Bradbury y los libros de Asimov. Todo eso nos parecía entonces una distopía absurda de que nunca ocurriría. Ahora ya estamos en eso. Ahora estamos en que efectivamente dentro de 15 años a lo mejor estamos mandando un cohete tripulado a Marte desde una estación espacial en la luna, entre otras cosas. Y que los taxis sean drones y a que cuando falle un riñón no se tenga que acudir a un donante sino que se podrá fabricar por 3d. Por ejemplo yo he viajado en un coche autónomo a 150 kilómetros sin conductor y he comido un chuletón artificial. Todo esto son temas que están ahí ya. El transhumanismo, la transformación del humano, también está ahí. Son temas de suficiente importancia, envergadura y trascendencia para que los periodistas nos dediquemos a ellos.
— ¿Qué mensaje mandaría a nuestros lectores para que asistan al debate?
— La gente debe participar en este tipo de debates. Debe enterarse de lo que dicen los expertos y debatir, porque al final del debate suele surgir la luz. Tienen que tomar conciencia de su propia situación, de que el cambio está ahí, pesando sobre nosotros. Todo lo que sea tomar conciencia de eso es bueno, será necesario.
