Los equipos forenses ya han identificado a nueve de las trece víctimas mortales del atropello ferroviario de Castelldefels (Barcelona), de los que cinco son ecuatorianos, dos bolivianos y dos colombianos, ha anunciado hoy la consellera de Justicia de la Generalitat, Montserrat Tura.
En rueda de prensa, Tura ha explicado que los forenses han confirmado que la cifra oficial de fallecidos se eleva a trece, al encontrar restos de una nueva víctima.
En un primer momento, se pensó que eran doce las personas fallecidas en el atropello del tren, pero los forenses apuntaron anoche que podrían ser trece, cifra que finalmente hoy se ha confirmado.
La identificación de la víctima número trece, ha precisado Tura, «costará mucho» y es probable que se tarde días y sean necesarias pruebas de ADN por el mal estado en que se encuentran los restos de esa persona.
Además de los nueve fallecidos ya identificados, de los que ocho son hombres y uno mujer, los forenses tienen bastante «bien orientados» los trabajos para determinar la filiación de otros tres.
La consellera ha precisado que el hecho de priorizar que los trabajos de identificación se hagan «más bien que rápido» comporta una espera más larga para los familiares y amigos de los fallecidos, de los que ha elogiado su colaboración en todo momento.
«Las familias se comportan de forma extraordinaria y admirable», ha considerado Montserrat Tura, que ha explicado que los padres y hermanos de las posibles víctimas han aportado datos físicos, como cicatrices o tatuajes, para facilitar las identidades, así como objetos personales que pueden ayudar en los trabajos de los investigadores forenses.
Tura ha indicado que los datos de las nueve identificaciones realizadas se han trasladado al juez de Gavà (Barcelona) que instruye la causa por el atropello del tren en la estación de Castelldefels-Playa.
Una vez el juez analice los datos de identificación y ratifique que son correctos, será cuando se notifique a los familiares de forma oficial las identidades, ha indicado.
Las víctimas tenían entre 17 y 40 años y podrían ser todos latinos que se desplazaban desde Barcelona a las playas de Castelldefels para asistir a una fiesta latina, ha indicado la consellera.
De hecho, ya es tradición entre los jóvenes latinoamericanos desde hace unos años acudir la noche de Sant Joan a celebrar la verbena en locales de música y ambiente latino cercanos a las playas de Castelldefels o en la arena, al borde del mar, explicaron ayer varios amigos de algunas de las víctimas.
