Tres meses después de su desaparición, podría quedar resuelta la incógnita que durante este tiempo ha mantenido en vilo a todo el vecindario de Sepúlveda.
La aparición el domingo pasado de unos restos humanos en el paraje de La Retuerta, entre las localidades de Sepúlveda y Aldeonte, ha reabierto las esperanzas al menos de aclarar lo que ocurrió con Antonio Calleja San José ‘Toño’, del que se perdió la pista el pasado mes de septiembre.
El hombre, de 63 años, había sido visto por última vez el 20 de septiembre. Desde entonces no se había tenido noticias de él.
A pesar de los muchos rastreos que se habían realizado en las últimas semanas, el resultado fue nulo en todos los casos. En ellos habían participado familiares, vecinos, voluntarios, y especialistas de la Guardia Civil.
Fue un hombre que realizaba labores de pastoreo, de la localidad de El Olmillo (núcleo perteneciente al Ayuntamiento de Aldeonte), quien halló unos restos humanos en el paraje ‘La Retuerta’, cerca del antiguo despoblado de Covachuelas, al norte del río Duratón. Entre otras cosas vio un cráneo humano, trozos de ropa y otros restos humanos. De este modo dio aviso a la Guardia Civil de Sepúlveda, que se desplazó a la zona para confirmar el hallazgo y tomar las muestras para iniciar una investigación.
Una vez que la responsable del Juzgado de Instrucción de Sepúlveda autorizó, con el médico forense, continuar con el protocolo de estos casos, se tomaron los restos humanos y textiles para enviarse a un laboratorio de Madrid. Allí se está analizando y cotejando con las muestras de ADN de otros familiares para confirmar si pertenecen a Antonio Calleja.
Mientras, el alcalde de Sepúlveda, Francisco Notario, señaló que todos los vecinos se encuentran ahora expectantes ante lo que puedan deparar las analíticas. “Los indicios apuntan a que pueda tratarse de él, pero no lo sabremos hasta que no se terminen de realizar la prueba de laboratorio”, explicó.
Sobre el tiempo que será necesario, el alcalde calculó en torno a 20 días, según la información que pudo recabar de la Subdelegación del Gobierno ayer mismo. “Estamos a la espera, sobre todo para que la familia pueda descansar lo antes posible”, añadió.
Además dijo que aunque no sabe exactamente si el lugar donde se produjo el hallazgo pertenece a Sepúlveda o a El Olmillo (Aldeonte), sí le comentaron que se trata de una zona de difícil acceso donde era complicado entrar, y más para el desaparecido, el cual presentaba algunas deficiencias.
En el momento de la desaparición, Antonio Calleja vestía camisa de cuadros azul y pantalón azul marino. En su búsqueda se implicaron más de un centenar de voluntarios, así como efectivos de la Guardia Civil, perros especializados de Riaza y Zamora, medios aéreos y agentes medioambientales. Las labores de búsqueda las mantuvo activas durante todo este tiempo la Guardia Civil.
