El mes de julio está siendo muy productivo en el ámbito de la lucha antiterrorista. Y es que, después de las detenciones de la semana pasada de un histórico de la banda en Francia, Daniel Derguy, y de uno de los presuntos jefes del aparato militar y político de la organización, Eneko Gogeaskoetxea, en el Reino Unido, ayer la Policía gala localizó tres zulos de los terroristas en la región de los Pirineos Atlánticos en los que los asesinos escondían explosivos y otro material para la comisión de atentados.
El hallazgo fue posible gracias a la información recabada en otras operaciones contra la dirección de ETA, que la Guardia Civil facilitó a las Fuerzas de Seguridad francesas.
Tras la localización de los escondites en el suroeste francés, cerca de la frontera con España, los agentes procedieron a inspeccionar el interior de los zulos. A la espera del análisis del material hallado, una de las posibilidades con las que trabajan los investigadores es que estos escondrijos estuvieran «abandonados» y que la organización terrorista ya no los usara.
Por otro lado, y ya en el ámbito político, el ex portavoz de Batasuna Arnaldo Otegi afirmó ayer, en el juicio que se sigue contra él en la Audiencia Nacional por participar en un acto de homenaje al ex preso etarra José María Sagarduy en 2005, que en sus discursos en actos públicos nunca ha promovido la «acción violenta».
«Nunca en mis intervenciones he llamado a la acción violenta. Nunca», insistió en la vista oral que repite la Audiencia Nacional después de el Tribunal Supremo anulara la sentencia que condenó a dos años de cárcel al abertzale por estos hechos al estimar que la presidenta del tribunal que lo enjuició «prejuzgó» su culpabilidad.
Al igual que en el anterior juicio, celebrado en enero del año pasado, la fiscal Blanca Rodríguez pidió 18 meses de cárcel y 14 años de inhabilitación absoluta.
Otegi, que solo contestó a las preguntas de su abogada, Jone Goirizelaia, explicó que participó en el acto organizado en Amorebieta (Vizcaya) el 9 de julio de 2009 al cumplirse 25 años del encarcelamiento de Sagarduy -que salió de la cárcel el pasado 13 de abril tras casi 31 años- para reivindicar su libertad y denunciar una «absoluta política penitenciaria cruel».
Nuevo comunicado
Mientras, ETA ratificó, seis meses después de anunciar un alto el fuego «permanente, general y verificable», su disposición «a profundizar en el camino emprendido», en un comunicado remitido a los diarios Gara y Berria.
La banda se muestra «plenamente convencida» de que se ha abierto en el País Vasco una oportunidad para construir un escenario de paz y llama a todos los agentes «a trabajar en favor de la solución y a abrir, entre todos, espacios para el diálogo y la negociación».
En una referencia a las pasadas elecciones forales y municipales, la organización terrorista consideró que «ha quedado demostrado que «Euskal Herria ha ganado la batalla política e ideológica de la ilegalización».
