Los dos espeleólogos de Castilla y León desaparecidos en una cueva en Soba (Cantabria) se desorientaron en el interior de la cueva y se detuvieron a la espera de la llegada de los servicios de emergencias, según han explicado al salir de la cavidad.
Los dos, un salmantino y una vallisoletana de unos 40 años, fueron localizados en la tarde de ayer por los rescatadores, tras dos días de búsqueda en la cueva a la que accedieron el sábado.
A la salida de la cueva el hombre, Alfonso, un salmantino con experiencia en cuevas, señaló que los dos se encuentran bien y ha aseguró que no pasaron miedo, a pesar de no tener noción de las horas que pasaron en el interior de la cueva.
Relató que tenían agua y estaban preparados, e indicó que al volver se despistaron y al no encontrar el camino prefirieron detenerse a esperar a los rescatadores.
Los dos espeleólogos fueron localizados ilesos a las 17:50 en el interior del complejo de cavidades (en la denominada Sima del sombrero) a las que accedieron el sábado y de las que salieron por su propio pie junto a los agentes del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña de la Guardia Civil (Greim).
Con “alegría” y “alivio”, ya que ha reconocido que se “habían agotado todas las zonas de búsqueda”, se expresaba el teniente de la Guardia Civil Pablo Villabrille.
Esos espeleólogos accedieron al complejo de cuevas de Soba, denominado Garmaciega, el pasado sábado y, al tener previsto salir el domingo y no aparecer, se inició el operativo de rescate por la cavidad que iban a recorrer, que tiene unos 20 kilómetros, aunque forma parte de un conjunto de cuevas de 100 kilómetros.
Estos dos espeleólogos se inscribieron en una actividad ofrecida por una empresa que proporcionó el equipo necesario para realizar la travesía de manera autónoma, una expedición de la que no tenía conocimiento el servicio de emergencias 112.
