Con este objetivo se están celebrando durante dos días las I Jornadas sobre Accesibilidad y Patrimonio en las que intervienen autoridades municipales, técnicos y representantes de asociaciones de personas con movilidad reducida.
En la inauguración de las jornadas intervinieron la concejala de Turismo de Segovia, Claudia de Santos; la concejala de Accesibilidad de Ávila, Noelia Cuenca Galán; y el concejal de Servicios Sociales de Segovia, Andrés Torquemada. Todos ellos coincidieron en la necesidad de hacer compatible la accesibilidad a los monumentos con el mantenimiento y conservación, sin alterar su estructura y fisonomía.
Para Claudia de Santos, el “difícil binomio” requiere de imaginación y de poner en común experiencias viables que sirvan para exportar a otras ciudades. La edil abulense puso de manifiesto el éxito que algunas ciudades han instaurado ya y abogó por aprovechar las nuevas tecnologías aplicándolas a los recursos que cada caso requiere, bien sean restos arqueológicos, murallas o edificios. Además, señaló que la disponibilidad económica no resulta viable si no existen ideas e intención de llevar a cabo actuaciones que permitan el acceso de todas las personas a los edificios.
Para Andrés Torquemada, concejal de Servicios Sociales de Segovia, las PDAs pueden constituir un buen elemento para mejorar la información de los colectivos con movilidad reducida, y dijo que una de las cosas más importante es escuchar a los propios afectados.
En las jornadas se presentaron proyectos novedosos y promovidos por empresas especializadas, como las ‘Audio-signo guías’ que permiten realizar visitas turísticas guiadas de forma autónoma, incluyendo a personas sordas o ciegas. Éstos pueden facilitarse a través de portales web o bien descargarse en dispositivos móviles.
El ingeniero José Antonio Juncá Ubierna, asesor del Real Patronato sobre Discapacidad, propuso “incorporar la accesibilidad de forma coherente” y lamentó la escasez de buenas prácticas y escasos recursos en investigación en el campo de la accesibilidad al patrimonio. Relató algunos casos europeos, como en Francia, donde existe una Ley para la Igualdad de Derechos y Oportunidades que desde 2005 obliga a mejorar la accesibilidad con soluciones tradicionales o recreaciones en 3D. También citó el caso de Finlandia donde hace una década acometió un plan de eliminación de barreras en todos los edificios religiosos con “soluciones sencillas, discretas y sobrias”. Y citó casos españoles como el PGOU de Madrid de 1997, o las medidas instauradas en Toledo, donde se han colocado pasarelas que permiten ver que “con respeto y rigor se puede encontrar un objetivo común obteniendo ganancias en accesibilidad y sin ocasionar pérdidas en Patrimonio”.
