Escuchar para actuar. Este es el propósito de los representantes y expertos en materia de accesibilidad del Grupo de Ciudades Patrimonio Históricode España (GCPHE)que desde ayer se reúnen en Segovia para participar en un encuentro marcado por la reflexión y la autocrítica sobre los logros y las carencias en materi a de accesibilidad en los monumentos y entornos históricos y artísticos de sus capitales.
Los salones del Hotel Eurostars Plaza Acueducto fueron el marco elegido por la Comisión de Accesibilidad del GCPHE para poner en común las distintas iniciativas en esta materia desarrolladas por las ciudades del grupo, así como presentar sobre la mesa los problemas más acuciantes que impiden a los discapacitados poder disfrutar de monumentos, restaurantes o lugares patrimoniales de excepcional valor histórico.
El representante de la comisión de accesibilidad del Ayuntamiento de Córdoba, Juan Aljama Morilla fue el encargado de trazar ante los participantes la situación real de la accesibilidad en las Ciudades Patrimonio, que definió gráficamente como “de mal a regular pero tirando a mejor”.
Aljama aseguró que el problema de la accesibilidad “no tiene soluciones milagrosas”, pero si problemas comunes en capitales que comparten entornos urbanísticos singulares heredados de su pasado medieval.
Escasa información, dificultades en el acceso al transporte público y a los negocios hosteleros y comerciales o problemas relacionados con el pavimento y el mobiliario urbano son algunos de los asuntos que alejan a los discapacitados del acceso a los entornos monumentales y artísticos, y que fueron puesto sde manifiesto en la exposición del representante cordobés.
La proliferación de normas y ordenanzas en esta materia que van desde lo transnacional a lo municipal es otro de los inconvenientes que detectaron ayer las Ciudades Patrimonio, que abogan por el establecimiento de criterios comunes que sean homologables con independencia de la administración que dicte o promulgue las normas.
Además, el GCPHE defiende la creación de un órgano colegiado de asesoramiento técnico en los ayuntamientos, dirigido por una persona “que sepa de accesibilidad y que lleve a cabo un tratamiento transversal de los criterios en esta materia en todos los departamentos que tengan alguna competencia”, con el objetivo final de crear “un caldo de cultivo que permitagenerar y crear ciudades más accesibles”.
Del mismo modo, Aljama manifestó la necesidad de que en las comisiones de Patrimonio de las administraciones autonómicas “se oiga la voz de la accesibilidad, que ahora no está representada y que puede resultar muy útil para conocer la opinión de las personas directamente afectadas.
En la inauguración de las jornadas intervinieron la concejala de Turismo de Segovia, Claudia de Santos; la concejala de Accesibilidad de Ávila, Noelia Cuenca Galán; y el concejal de Servicios Sociales de Segovia, Andrés Torquemada. Todos ellos coincidieron en la necesidad de hacer compatible la accesibilidad a los monumentos con el mantenimiento y conservación, sin alterar su estructura y fisonomía.
Para Claudia de Santos, el “difícil binomio” requiere de imaginación y de poner en común experiencias viables que sirvan para exportar a otras ciudades. La edil abulense puso de manifiesto el éxito que algunas ciudades han instaurado ya y abogó por aprovechar las nuevas tecnologías aplicándolas a los recursos que cada caso requiere, bien sean restos arqueológicos, murallas o edificios. Además, señaló que la disponibilidad económica no resulta viable si no existen ideas e intención de llevar a cabo actuaciones que permitan el acceso de todas las personas a los edificios.
Soluciones y propuestas novedosas.- En las jornadas se presentaron proyectos novedosos y promovidos por empresas especializadas, como las ‘Audio-signo guías’ que permiten realizar visitas turísticas guiadas de forma autónoma, incluyendo a personas sordas o ciegas. Éstos pueden facilitarse a través de portales web o bien descargarse en dispositivos móviles.
El ingeniero José Antonio Juncá Ubierna, asesor del Real Patronato sobre Discapacidad, propone “incorporar la accesibilidad de forma coherente” y lamentó la escasez de buenas prácticas y escasos recursos en investigación en el campo de la accesibilidad al patrimonio. En este sentido, relató algunos casos europeos, como en Francia, donde existe una Ley para la Igualdad de Derechos y Oportunidades que desde 2005 obliga a mejorar la accesibilidad con soluciones tradicionales o recreaciones en 3D.
