El móvil se ha convertido en el dispositivo electrónico más importante del siglo XXI, hasta el punto de que hay casi tantos smartphones como personas, y casi el doble de líneas móviles, porque muchas personas tienen más de una línea. Es el dispositivo con el que pasamos mayor tiempo en contacto, y hay quienes lo ven como una verdadera plaga.
Pero ese no es el tema de este artículo, sino el modo como lo tratamos, considerando lo importante que es para nosotros. Como todo equipo electrónico, el móvil debe ser tratado de determinada manera para que funcione bien y dure más, y posee un componente vital que a menudo descuidamos o no tratamos de la manera indicada: la batería.
Un componente resistente y a la vez delicado, y peligroso
En los últimos años, las baterías de los móviles se han hecho más resistentes y duraderas, pero siguen siendo un componente del smartphone al que hay que prestar especial atención. En primer lugar, porque si empieza a funcionar mal es posible que dañe otros componentes del móvil, o deje de funcionar cuando más lo necesitamos.
Y en segundo lugar, porque reemplazar la batería en los smartphones más recientes es bastante caro, con precios que oscilan entre 70 y 130 euros.
Cuando una batería se daña, o no está funcionando bien, presenta dos síntomas principales: el móvil se queda sin carga muy rápido, obligándonos a cargarlo todos los días o varias veces al día, y tiende a sobrecalentarse, incluso cuando no está realizando ninguna operación pesada.
El sobrecalentamiento del teléfono puede empeorar e incluso llegar a ser peligroso. Las temperaturas muy altas pueden dañar otros componentes del móvil y, en algunos casos, la batería se puede hinchar, incendiarse o estallar, e iniciar un incendio. Pero esto no sucede con frecuencia.
En todo caso, el desgaste de la batería y el mal uso en general de este equipo puede hacer que el smartphone deje de servir en muy poco tiempo, y no será por culpa de la empresa que los fabrica.
Por qué no es recomendable dejar el móvil cargando durante la noche
Es un hábito muy extendido, y hasta parece razonable; hemos estado todo el día afuera, en la oficina o en la calle, y al llegar a la casa seguimos usando el móvil hasta poco antes de acostarnos, que es cuando lo ponemos a cargar y lo dejamos así toda la noche. Y al día siguiente tenemos el móvil con 100% de carga.
Pero se trata de un error, si el teléfono tiene suficiente carga no hace falta dejarlo toda la noche, sino solo un rato antes de acostarnos: está demostrado que podemos estar despiertos y separados de nuestro móvil.
Ponerlo a cargar todas las noches hasta el 100% aumenta la tensión en las celdas de la batería, la estresa, y este estrés hace que el componente envejezca más rápido, y comience a sobrecalentarse y a perder carga más rápido.
No es que no podamos hacerlo ocasionalmente: cuando vamos a viajar y queremos asegurarnos de que el smartphone tenga carga completa, no tiene nada de malo hacerlo. El problema se presenta cuando lo hacemos cada noche.
La recomendación: mantener el móvil con carga alta, pero sin llevarla al 100%, y tampoco dejar que se descargue por completo, porque esto también degrada el electrolito interno de las baterías de iones, haciendo la batería menos eficiente.
Tenemos que dejar de actuar con nuestros smartphones de forma intuitiva y comenzar a leer los manuales o entrar a las páginas web de la marca y el modelo que estemos usando. De esta manera haremos un mejor uso del equipo, y tendrá una vida más larga y útil con nosotros.
