Siguiendo la programación de la primera jornada del Hay Festival en Segovia, el cineasta Manuel Gutiérrez Aragón junto al periodista Jesús Ruiz Mantilla, mantuvieron ayer una conversación acerca de la nueva obra de Gutiérrez Aragón ‘A los actores’, en la que cuenta su larga trayectoria en el mundo del cine.
La charla comenzó con la discusión acerca de la conocida película ‘La mitad del cielo’, escrita y dirigida en 1986 por Gutiérrez Aragón, que se retransmitió una vez más el pasado jueves en televisión. Al cineasta, personalmente, no le gusta el cine costumbrista, aunque continúan sus orígenes saliendo a la luz. Habló también de sus raíces cántabras, lugar donde se ambienta la película que, como afirmó Gutiérrez Aragón, “es como los libros, no se gasta nunca”.
“Lo que más echo de menos del cine es el trabajo con los actores, aunque en su momento… ¡la lata que dieron!”, aseguró el cineasta. Abandonó la profesión, entre otras muchas razones, cuando las televisiones entraron en el mundo del cine como productoras, imponiendo una serie de criterios que a Gutiérrez Aragón no le gustaron. “Cuando la producción de una película pasa de una persona física a un ‘ente’ se dificulta la comunicación. Ahora mismo en el cine deciden las televisiones”, manifestó el cineasta.
Ruiz Mantilla fue sacando a la conversación las partes más “curiosas” de su libro ‘A los actores’, como sus primeras nociones sobre el cine cuando era pequeño. Gutiérrez Aragón contó que pasó mucho tiempo postrado en una cama debido a una enfermedad, lo que hizo que tanto la muchacha que servía en su casa como su tía abuela, pasasen largos ratos contándole el argumento de las películas que, por aquellos entonces, se emitían en los cines. “Ahí también me di cuenta de la importancia de la ideología. La muchacha, desde un punto de vista más republicano, contaba la historia de manera más sentimental; mientras que mi tía criticaba todo el tiempo a los norteamericanos”.
También habló acerca del lenguaje del cine que, según el, contiene una mezcla de todos los tipos de lenguaje. “La gran diferencia entre la literatura y el cine son los actores, que son los que dan cuerpo al cine”, aseguró Gutiérrez Aragón. “El lenguaje del cine debería estudiarse en los institutos, ya que es algo a lo que nos enfrentamos todos los días”.
Otra de las cosas que el cineasta recuerda de su larga carrera es el trabajo de las cámaras. Para él, una de las decisiones más importantes que tenía que tomar cada vez que dirigía una película era dónde se iba a situar la cámara. “En el cine la cámara es la que da el punto de vista al espectador, por lo que es muy importante su emplazamiento”, manifestó. “Cuando dices “acción”, un ejército de técnicos se ponen a trabajar, así que cualquiera dice que todo está mal”.
En cuanto a su relación con los actores, Gutiérrez Aragón recuerda como algunos consagrados en su tiempo, como José Luis López Vázquez, se “rebelaban” al director, en sus primeros días de trabajo, cuando no era aún conocido; “la popularidad da poder”, afirmó.
Para finalizar, ambos ponentes hablaron sobre los géneros del cine, considerando a la comedia española como un subgénero. También hicieron alusión a las mezclas de géneros algo que, según Gutiérrez Aragón y Ruiz Mantilla, “está muy de moda”.
