El alemán André Greipel, del Omega Pharma, enemigo del británico Mark Cavendish, se llevó el sprint de la décima etapa del Tour, disputada entre Aurillac y Carmaux, de 158 kilómetros, en una jornada sin cambios en la general y de transición hacia los Pirineos.
Greipel, debutante en el Tour, batió por velocidad a su gran rival y ex compañero, el hombre que le aseguró que no ganaría nada mientras estuviera en su equipo o en la misma carrera que él. Una victoria con sabor a venganza, incluso una respuesta a un odio declarado de la que fue testigo cercano José Joaquín Rojas (Movistar), que finalizó tercero.
Se saldaron cuentas personales en una jornada que no presentaba grandes dificultades y que empezó con una monumental lluvia y posterior granizada. Un capitulo de transición hacia los Pirineos que permitió a los favoritos pasar página y a los ‘cazaetapas’ y velocistas jugar sus cartas.
La general no cambió y el francés Thomas Voeckler defendió con uñas y dientes el maillot amarillo. Luis León Sánchez (Rabobank) es segundo a 1.49 minutos y tercero Cadel Evans a 2.26. Los favoritos siguen en un pañuelo, con Alberto Contador decimosexto, en espera de la montaña y con la rodilla en vías de recuperación, mejorada después de una sesión de acupuntura aplicada el día de descanso.
No tomaron la salida el ucraniano Popovych, por enfermedad, tercera baja del Radioshack, ni el ruso Kolobnev (Katusha), primer caso de dopaje en el Tour, por lo que la lacra del ciclismo y del deporte vuelve a ser noticia.
Ayer tampoco faltaron las caídas. En el kilómetro 11 se fueron al suelo varios corredores, entre los que se encontraban el estadounidense Leipheimer, que no se pierde una, el holandés Robert Gesink, y Fabian Cancellara.
Fuga del día
Ya no hubo más accidentes. Luego se formó la escapada de turno con Di Gregorio (Astana), Minard (AG2R), Vichot (FDJ), Julien El Fares (Cofidis), Marcato (Vacansoleil) y Delaplace (Saur Sojasun. Ningún peligro, pues el mejor clasificado, El Fares, estaba en la general a 15 minutos.
El Europcar se encargó de estabilizar la fuga, y el HTC de anularla a 16 kilómetros de meta. Empezaba la lucha, pero Philippe Gilbert tenía ganas de lograr otra victoria y atacó. Mucho esfuerzo desde lejos. El belga se quemó y fue presa del pelotón a 4,5 kilómetros de la pancarta.
El HTC trató de montar la maquinaria del sprint, la fila supersónica que suele llevar en silla de plata a Cavendish, pero no hubo control, por lo que el inglés se quedó solo y apareció Greipel como un obús para inaugurar su cuenta.
Sexta victoria del curso para el germano. En su palmarés también tiene dos triunfos absolutos en el Tour Down Under australiano, prueba en la que acumula ocho etapas. Cavendish infravaloró estos logros diciendo que «solo hay que ver quien ha sido segundo». El alemán ya le puede invitar a su ex compañero a ver la clasificación de la décima etapa.
