Se presentó a las elecciones municipales de hace más de 30 años convencido de que “había que hacer algo” por su pueblo. “Se estaba hundiendo”, recuerda ahora, momento en que echa la mira hacia atrás y ve cómo han mejorado las circunstancias en las que viven sus vecinos. En este objetivo de dotar a su pueblo, de poco más de medio centenar de habitantes, de los servicios básicos, se ha afanado estos años.
Reconoce que el poder ver que se han ido haciendo cosas le hace volver a presentarse una y otra vez a las elecciones municipales.
Desde que él accedió al cargo en 1991, siempre ha ido revalidar su mayoría. Anteriormente gobernó el PSOE; antes la alianza AP-PDP-UL; y en la legislatura previa, la extinta UCD. “El pueblo estaba muy caído, con problemas continuos de agua, sin línea de teléfono… Era necesario hacer algo”, recuerda este hombre, ya jubilado y que ahora compagina su labor al frente del Ayuntamiento con el cuidado de su hogar y en especial de su esposa.
“Con la puesta en marcha del nuevo abastecimiento de agua sentí una gran satisfacción”, afirma. “Luego perseguimos el tener teléfono, que no había; y que otros pueblos sí disfrutaban”, recuerda. “Así me fui picando y me entró el gusanillo de la política municipal. Vi que trabajando se podían hacer cosas por el bien de todo el pueblo”.
Recuerda con orgullo el haber conseguido un depósito para almacenar el agua que compartían los pueblos vecinos de La Matilla, Valleruela de Pedraza y Valleruela de Sepúlveda.
El siguiente paso fue la restitución de las canalizaciones de conducción de agua para los barrios que integran el municipio: Vallereuela, Tejadilla y Berzal.
En estos momentos trata de que se complete la distribución de la fibra óptica en todo el término municipal que permita contar con buenas infraestructuras que hagan posible la vida moderna en el medio rural.
Como profesional del transporte, Gregorio Enebral sabe de la importancia de las comunicaciones. Por ello procura que la carretera de acceso esté bien cuidada. Y de que haya telefonía móvil y sea posible el tráfico de datos en las viviendas.
DEL SEMINARIO AL CAMIÓN
Gregorio Enebral, que era hijo de un antiguo maestro, estudió unos años en el Seminario. Pero él prefería trabajar y abandonó los libros. Tras cumplir el servicio militar y, junto a un hermano, ya fallecido, consiguieron un contrato con la empresa alimentaria Danone para recoger la leche de los productores de toda la zona. Comenzaron con un Renault 4. Pero poco a poco fueron mejorando hasta conseguir comprar un camión que luego se transformó en una pequeña flota.
Este trabajo le ha permitido no sólo conocer gran parte de la provincia, si no aprender y tener un gran don de gentes. También ha empleado sus camiones cisterna para abastecer de agua a pueblos que en verano padecían el problema de la sequía, la mayoría de Segovia. Quizá por eso da una gran importancia a un buen suministro, que sólo se valora cuando se abre el grifo y no cae ni una gota de algo vital a diario. No resulta extraño que considere una gran infraestructura la que se construyó para Valleruela y otros 20 pueblos más: la presa del Ceguilla y su red de distribución.
Gregorio Enebral tiene un buen recuerdo de la entonces consejera Silvia Clemente, a quien agradece su esfuerzo por conseguir dicha obra, aunque a los vecinos ahora les esté suponiendo un coste económico. Como en otros pueblos de la Comunidad de Villa y Tierra de Pedraza, pasar de no pagar por el agua de consumo, a tener una tasa fija, es un cambio difícil de asimilar. Pero él lo ve como algo necesario. “Arreglar las tuberías y el tener esa agua de calidad ha sido un descanso grandísimo par mí como alcalde”, confiesa con satisfacción.
Otras de las obras de las que se siente orgulloso de su paso por el Ayuntamiento es la reforma de la Casa Consistorial. “Estaba caída, como también la casa del médico, que hemos conseguido rehabilitar”.
La hermosa iglesia parroquial románica dedicada a San Cristóbal y la ermita de Nuestra Señora del Amparo, a las afueras del pueblo, también lucen hoy esbeltas gracias a los trabajos llevados a cabo por el Ayuntamiento, en colaboración con otras administraciones.
En este punto, Gregorio Enebral agradece el apoyo que en todo tipo de obras ha recibido de la Diputación Provincial. Como también agradece a compañeros de fatigas políticas las de alcaldes de los pueblos próximos, para mejorar la vida de sus vecinos.
A la asociación Los Chispas, organizados en una peña, también les agradece su colaboración en la organización de las fiestas y otras actividades. Y sobre todo tiene buenas palabras para el grupo de danzantes que ha permitido la pervivencia de las tradiciones, y sobre todo difundir el nombre de Valleruela por diversas provincias españolas.
Es consciente de que la vida en el pueblo necesita lugares donde poderse reunir. Por ello este pequeño Ayuntamiento procura la existencia de un modesto bar . Ahora lo gestiona un vecino de Segovia que mantendrá el contrato al menos hasta finales del próximo año.
Como momento amargo, aparte de la enfermedad de su esposa, recuerda la muerte de Lorena Enebral Pérez, joven cooperante que murió asesinada mientras trabajaba como fisioterapeuta en un centro de rehabilitación de Cruz Roja en Afganistán. Los padres de la joven, naturales del pueblo y familiares del alcalde, conocieron la noticia de su muerte a la salida del acto religioso del día grande de las fiestas patronales de ese fatídico año 2017.
Ahora Gregorio Enebral medita si volverá a presentarse como candidato a la Alcaldía de su pueblo. Sabe que su familia es la que más cansancio acusa.
Tiene proyectos que llevar a cabo, como la construcción de una depuradora para proteger el medio ambiente. “Me gustaría que alguien que tenga amor por su pueblo, y con ganas de hacer cosas, se ponga al frente y me dé el relevo. Yo le ayudaré todo lo que pueda”, asegura.
