El ministro griego de Finanzas, Evangelos Venizelos, afirmó ayer que Grecia cuenta con fondos hasta mediados de noviembre para cubrir sus obligaciones, pero puede tener dificultades en cumplir con sus nuevos objetivos de reducción del déficit.
«Podemos tener problemas para alcanzar el objetivo de cerrar el déficit en el 8,5% de PIB este año. Está en nuestras manos, del Estado y de los ciudadanos alcanzar ese objetivo», subrayó el dirigente heleno, tras regresar de una reunión del Eurogrupo en Luxemburgo en la que se pospuso la decisión de liberar el sexto tramo de ayuda a Grecia por valor de 8.000 millones de euros.
A pesar de las dificultades, el que también es viceprimer ministro aseveró que su país «es y continuará siendo siempre un miembro de la zona del euro»
Precisamente la exposición a la deuda griega ha llevado al banco francobelga Dexia al borde de tener que ser rescatado por las instituciones públicas, pese a haber aprobado con buena nota las pruebas de resistencia a la banca publicadas el pasado mes de julio.
Los Gobiernos de París y Bruselas se apresuraron ayer a intentar calmar a los mercados y al público, al asegurar que tomarán «todas las medidas necesarias para garantizar» los fondos de los ahorradores y acreedores, según una declaración conjunta.
Dexia ya tuvo que ser rescatado por ambos países en 2008.