Ante la falta de un favorito claro entre los dos principales partidos, el conservador Nueva Democracia y los socialistas del PASOK, cuya falta de consenso imposibilitaría no solo una coalición parlamentaria estable, sino que podría desembocar en la celebración de nuevos comicios en los próximos meses, a juicio de los analistas.
Un total de 9.865.000 griegos están llamados los 20.560 colegios electorales que ya han abierto sus puertas a las 7.00 horas de la mañana (una hora menos en España), y que cerrarán doce horas después para elegir en las urnas la nueva composición del Parlamento, del que saldrá el nuevo primer ministro del país en sustitución del interino Lucas Papademos, y decidirá si mantiene los términos del plan de rescate o renegocia su situación.
Cabe destacar además que al menos una decena de partidos van a conseguir el 3% de votos mínimos para obtener escaño, lo que redundará en el Parlamento más fragmentado desde la restauración de la democracia, en 1974.
Cabe no obstante la posibilidad de que no se alcance la deseada coalición por discrepancias entre el PASOK y la ND, y por las ambiciones de Samaras para gobernar en solitario. En ese caso, el presidente Karolos Papoulias asumirá el mando de una ronda de negociaciones que, de resultar también infructuosa, desembocará en la formación de otro Gobierno interino, como el que existe actualmente.
La inseguridad política en Grecia añade incertidumbre al plan de rescate de la Unión Europea, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, que exigen a Atenas el recorte de 11.500 millones de euros de gasto público para el próximo mes de junio a cambio del paquete de ayuda acordado por Atenas hace dos meses, y valorado en 173.000 millones de euros.
Sin embargo, cualquier resistencia del FMI ante las peticiones de Grecia podría destruir la ya de por sí inestable coalición que se formaría tras estos comicios, si los propios partidos griegos no lo hacen primero.
