NAVARES DE ENMEDIO
Navares de Enmedio es la primera población con el mismo nombre en la comarca, y se ubica en la vega formada por el cauce del río Navares entre Navares de las Cuevas al norte y Navares de Ayuso al sur, a escasos 88 km al noreste de la capital provincial por la carretera N-110. Cuenta con una población de unos 90 habitantes, que a lo largo de la historia se ha dedicado a la actividad agropecuaria, agricultura de secano y algo de huerta y ganadería lanar, vacuno, mular, asnal, cerda y gallina. No en balde, los páramos calizos del municipio de Navares de Enmedio producen pastos de gran calidad, que históricamente han sido aprovechados por ganado ovino de la raza churra, destinado a la producción de carne de calidad y corderos lechales.
En opinión de algunos, el nombre de “Navares” proviene del vocablo “Nava” que significa —tierra llana sin arboleda—, a veces pantanosa, situada generalmente entre montañas”. Hay una segunda opinión que dice que el origen del nombre viene de —Tierra sembrada de nabos —; en cuanto al apellidado “de Enmedio” es para distinguirlo de los otros dos Navares que existen en la Serrezuela, que son: el de Ayuso y el de las Cuevas.

Los tres Navares se ubican a los pies de La Serrezuela, muy próximos entre sí, y los tres son surcados por las aguas del río Navares que nace en la vertiente sur de la Serrezuela y que junto con —el camino de los Navares— que sigue el curso del río, han constituido un eje vertebrador de servicios, economía y relaciones entre las tres localidades.
Navares de Enmedio como sus homónimos, fue reconquistado y repoblado con gentes del norte peninsular de extracción y credo cristiano, durante los siglos XI y XII bajo el paraguas y dirección de La Comunidad de Villa y Tierra de Sepúlveda, adscrito al Ochavo de las Pedrizas y Valdenavares.
El territorio municipal se extiende por la Serrezuela de Pradales formada por un conjunto de cerros separados por estrechos y profundos valles con frondosa vegetación y su característica tierra rojiza, donde proliferan el pino y el roble, es además, es gran productor de hongos, en especial níscalos. En la actualidad sus lomas se han llenado de aerogeneradores, convirtiendo la zona en un verdadero parque eólico.
Patrimonio histórico-artístico. La iglesia parroquial dedicada a Santiago Apóstol construida en el siglo XVI con materiales de otra iglesia antigua, consta de tres naves con torreón campanario y nido de cigüeña en su cima. En su interior destaca su retablo mayor de gran belleza. Además quedan molinos en ruinas y antiguos lavaderos al aire en la pradera del rio.
Celebra sus fiestas: San Isidro en 15 de mayo; el festival de música “Navares Rural” el primer sábado de julio; Santiago Apóstol el 25 de julio y La Virgen del Pilar el 12 de octubre.
NAVARES DE AYUSO
Navares de Ayuso es el segundo pueblo por población con el mismo nombre de la comarca. Se ubica sobre una loma en la vega del río Navares a los pies de la Serrezuela y junto a la carretera SG-V- 2331 que une Navares de Enmedio al norte, y Aldeonte al sureste, a escasos 86 km al nordeste de la capital provincial por la carretera N-110.
Actualmente está poblada por unos 50 habitantes, aunque no todos viven en el pueblo de forma permanente, cuyo gentilicio es ayuseros. En fiestas y época estival la población se triplica. Los moradores de esta puebla, como los de sus dos homónimas en la zona, han venido dedicándose a la industria agropecuaria, agricultura de secano con algo de huerta y ganadería lanar, vacuno, mular, asnal, cerda y gallina.
En varios puntos del término municipal de Navares de Ayuso se han descubierto yacimientos arqueológicos de asentamientos humanos de diferentes épocas de nuestro lejano pasado. Citaremos algunos de los lugares, aunque no lo encontrado.
Yacimientos de El Picozo y San Cristóbal. Yacimiento de la Cueva de la Solana de la Angostura, ubicado en el monte de Navares de Ayuso, aunque ya en el término de Encinas.
Yacimiento de las Cabeceras de Encinas, también en el monte de Navares de Ayuso y a menos de un kilómetro en línea recta de la cueva de la Solana de la Angostura.
Navares de Ayuso, como sus dos homónimos en la zona, fue reconquistado y repoblado con gentes del norte peninsular de extracción y credo cristiano durante los siglos XI y XII bajo el paraguas y dirección de La Comunidad de Villa y Tierra de Sepúlveda, luego adscrito al Ochavo de las Pedrizas y Valdenavares.
Dentro de su término municipal se encuentran los despoblados: Casares, Castillejos, San Cristóbal de la Dehesa, San Juan de Navares y Valdeavellano.
Patrimonio histórico-artístico. Iglesia parroquial de Nuestra Señora de las Dehesas. Es de fábrica románica tardía construida en forma de cruz latina con torreón campanario que emerge del centro del crucero. En su interior destaca el retablo mayor de estilo barroco en tres calles.
Celebra las fiestas de Nuestra Señora de la Dehesa los días del 14 al 16 de agosto; y la “San 29”, el 29 de octubre en agradecimiento al final de una epidemia que diezmó la población del pueblo en algún momento del lejano pasado.
NAVARES DE LAS CUEVAS
Navares de las Cuevas se ubica en una hondonada formada por el cauce del río Navares, cuyo nacimiento está en sus inmediaciones, en la vertiente sur de la Serrezuela junto al cruce de carreteras SG-V-2331 que une Aldeanueva de la Serrezuela al norte y Navares de Enmedio al sur por una parte, y la C-301 entre Ciruelos al nordeste y Castroserracín al suroeste por otra, a escasos 99 km al nordeste de la capital provincial por la carretera N-110. En la actualidad está habitada por uno 20 moradores. Históricamente los habitantes de esta puebla se han dedicado a la agricultura de secano con algo de huerta y ganadería lanar, vacuno, mular, asnal, cerda y gallina.
En el solar que hoy ocupa el pueblo de Navares de las Cuevas han aflorado vestigios de asentamientos humanos del paleolítico inferior, que fueron expuestos en la Exposición Temporal del Museo de Segovia 1994-1995, bajo el título “Últimos años de la arqueología en Segovia”.
Durante los siglo X y XI esta comarca representaba la “Extremadura castellana”, tierra de nadie entre dos poderes, los cristianos al norte y los mahometanos al sur en constante lucha con razzias de desgaste por dominarla. Finalmente fue recuperada, reconquistada del dominio agareno por huestes del reino de León y Castilla, y repoblada con gentes cristianas del norte peninsular allá por los siglos XI y XII, bajo el paraguas y dirección de La Comunidad de Villa y Tierra de Sepúlveda durante el reinado de Alfonso VI el Bravo, quien el día 20 de agosto de 1076 en Navares de las Cuevas firmó el documento de donación del paraje de San Frutos en el Parque Natural de las Hoces del Duratón en beneficio del monasterio de Santo Domingo de Silos.

La Corona hizo esta donación para que los monjes de Silos establecieran un monasterio en dicho lugar, donde según la tradición, habían vivido como ermitaños los tres hermanos vecinos de Segovia: San Frutos, Santa Engracia y San Valentín, a caballo entre los siglos VII y VIII. El nuevo monasterio fundado en aquél lugar, perduró activo hasta la exclaustración de 1835.
El día 13 de julio de 1158 Sancho III de Castilla donó Navares de las Cuevas con su término municipal a la diócesis de Segovia, en aquél momento dirigida por el obispo don Guillermo, prelado que se lo vendió al concejo de Sepúlveda sin el consentimiento del cabildo catedralicio, lo que motivó que el 29 de octubre de 1196 el rey Alfonso VIII ordenara que Navares de las Cuevas con sus territorios volviera a poder de la diócesis segoviana.
Medio siglo después, en 1247, Navares de las Cuevas aparecía como propiedad del cabildo catedralicio segoviano, y en documento aparte figuraban las rentas que Navares de las Cuevas pagaba y la distribución de las cantidades que correspondían a cada uno de los canónigos de la catedral segoviana.
Un cuarto de siglo después, en 1272, Alfonso X concedía ciertas exenciones a las villas del cabildo de Segovia, entre las que estaba Navares de las Cuevas; exenciones que confirmaría Pedro I el Cruel en 1353.
La pertenencia al dominio episcopal de territorios y derechos —sobre todo relativos a pastos y leña—, motivó numerosos y prolongados conflictos entre la diócesis segoviana, el concejo municipal y La Comunidad de Villa y Tierra de Sepúlveda, de quien dependían las aldeas vecinas perjudicadas. Las desavenencias siguieron tensando la cuerda ininterrumpidamente, y en 1401 los organismos sepulvedanos solicitaron al entonces obispo titular de la diócesis segoviana que no impusiera sentencias de excomunión por razón de esas disputas.
En 1478, los Reyes Católicos sentenciaron a favor del obispado en relación a una disputa sobre los términos y derechos de leña. Dos años después, en 1480, el Consejo Real ordenaba al concejo municipal de Navares de las Cuevas que cesaran los abusos en la imposición de multas a Navares de Enmedio, Urueñas, Bálsamos y Castroserracín, por invasión de los ganados de estas pueblas en los pastos Navares de las Cuevas.
En 1581 Navares de la Cuevas pasó, por donación de Felipe II, como señorío a don Cristóbal de Barros y Peralta, entonces la puebla contaba con 56 vecinos y unas 400 almas. Como señorío de los Barros y Peralta se edificó el bello palacio renacentista que hoy solo nos muestra sus recias paredes tristemente destechadas junto a la plaza del pueblo. Posteriormente, el señorío pasó a la familia Poval y, ya en el siglo XVIII, al marquesado de Revilla.

Riqueza histórica-artística. Iglesia parroquial de San Mamés inicialmente construida en estilo románico y reedificada durante el siglo XVIII con espadaña campanario cubierta. Ermita de Nuestra Señora del Barrio edificada en un estilo indefinido, ¿románico primitivo?, con una magnífica portada y torreón campanario. Cruz de Piedra, situada a las afueras del pueblo en dirección a Castroserracín.
Rollo jurisdiccional, dicen que desde el siglo XII se yergue en la Plaza donde se impartía justicia en procesos públicos. Representa la categoría administrativa del lugar en este caso “villa”, aunque desconocemos cuándo alcanzó ese título. Calzada o Camino Real que unía las poblaciones de Roa y Sepúlveda, pasaba por Navares de la Cuevas.
ENCINAS
Encinas se ubica junto a la carretera que la une a Boceguillas al sur y Aldeonte al suroeste, a escasos 85 km al norte de la capital provincial por la carretera N-110. Está poblada por unos 40 habitantes. Históricamente los moradores de Encinas se han dedicado a la industria agropecuaria, agricultura de secano con algo de huerta y ganadería lanar, vacuno, mular, asnal, cerda y gallina.
Carecemos de la fecha de repoblación de esta puebla, aunque creemos que se realizó en la misma época que las poblaciones de su entorno por La Comunidad de Villa y Tierra de Sepúlveda, quedando adscrita al Ochavo de Bercimuel. En el siglo XIII aparecía nombrada como “Enzinas Cavalleras”.
El territorio donde se asienta la puebla de Encinas era un lugar cubierto por rica masa forestal, que se deforestó en parte, para dedicarlo al cultivo de cereales de secano y girasol, ahora sólo quedan álamos, fresnos y chopos en las riveras de los cauces de agua, arroyos y ríos, y monte bajo con abundantes robles y enebros.
Patrimonio histórico-cultural. Iglesia parroquial de San Pedro Apóstol, cuya fábrica primitiva era de estilo románico, hoy luce un aspecto indefinido. Es de una sola nave con espadaña campanario y su correspondiente nido de cigüeña. El cuerpo central de la iglesia está cubierto por una bóveda de crucería estrellada, típica del gótico postmedieval. En su interior conserva un retablo mayor de estilo barroco con pinturas renacentistas atribuidas al maestro de Duruelo y una pila bautismal de traza románica. La antigua ermita de San Roque se sitúa junto al cementerio a la entrada del pueblo.

En la zona del monte de Valdenavares se encuentra la “Cueva del Cura Merino”, escondite del famoso jefe de guerrilla durante la guerra de la Independencia entre 1808 y 1814.
Las torres de las iglesias de la España rural son generalmente el soporte preferido de las cigüeñas para sus nidos, donde anidan sus polluelos sin que se les moleste.
Encinas celebra sus fiestas: San Silverio el 20 de junio; el 29 de junio celebran la fiesta patronal San Pedro; y la primera semana de octubre la fiesta de la Virgen del Rosario.
NAVARES DE ENMEDIO
NAVARES DE AYUSO
NAVARES DE LAS CUEVAS
ENCINAS
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* Juan Fco. Sanjuán Benito
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