El caso de la sanción a la Gimnástica Ayllonesa tendrá continuidad con la reunión que mantendrán los clubes este viernes 20 de Diciembre. Puede haber sido la gota (o gotera) que colme el vaso, porque nadie en su sano juicio puede creer que todo sea producto de una rabieta por tocar (una vez más) el bolsillo de una manera completamente desproporcionada.
No es una revolución que busque guillotinar todo lo relacionado con la Federación, ni una guerra personal contra dirigentes concretos. Es una llamada (de auxilio) al sentido común, a la realidad de lo que sucede en nuestro deporte, completamente alejada de lo que se habla, vota y aprueba en los despachos, con Juntas Directivas y Asambleas.
Por supuesto que entiendo y comparto la idea de “profesionalizar” todo para dar seriedad, pero es necesario, o mejor dicho, imprescindible, que la comunicación entre ambas partes mejore, y no quede únicamente en quejas o lamentos que pasan de ventanilla en ventanilla, difuminándose hasta el punto de quedarse en el mensaje de un predicador en el desierto.
Ese plus de rigor es compatible con las pretensiones que tienen los clubes actualmente? Sinceramente, creo que no. Vaya por delante el respeto y aplauso hacia los que apuestan y luchan por proyectos más ambiciosos, porque tiene un mérito enorme, pero una gran mayoría, y especialmente en lo referente a la provincia, donde juntar diez niños y niñas para formar un equipo se convierte en una quimera, el objetivo es facilitar los medios para que el deporte forme parte de sus vidas, se diviertan y tengan ese orgullo de pertenencia con su pueblo y luchen de una manera activa y noble, sin contaminar el término cuando se habla de la España vaciada, empleado por otros para buscar grandes titulares.
Y para ello es imposible que ese grupo de locos voluntarios, además de exprimirse y poner su tiempo y dinero para buscar recursos, se convierta en un gabinete jurídico para lidiar con los entresijos legales, circulares y normativas que van y vienen, recursos cada jornada…
Ojalá los clubes dejen sus egos de lado y vayan de la mano para fijar objetivos comunes basados en el diálogo. Es el momento. La pelota está en el tejado federativo. Ellos tienen todos los medios y gente válida. Pónganlo y pónganse al servicio de los clubes. Sin ellos, ninguna Federación tiene sentido.
