Iván Ruano lleva ocho años dejándose la vida en el negocio. Ha renunciado a muchas cosas para seguir adelante, y pelea cada día por seguir formando parte de la vida económica, social y cultural de Gomezserracín, el pueblo que le vio nacer, y cuyo futuro mira entre preocupación y esperanza.
— ¿Eres de Gomezserracín?
— Sí, yo soy nativo de aquí y siempre he tenido mucha fe en Gomezserracín. Es un pueblo muy sano, la gente es cercana y el pueblo es como una piña. Es como si el pueblo fuera un árbol y el restaurante, los frutos del árbol. Pero las raíces del árbol son el pueblo, y hay que cuidarlas.
— ¿Por qué decidiste emprender aquí?
— Pues empezamos hacer ocho años. Yo vengo de familia hostelera, pero el paso lo dimos con la crisis de la construcción. Mi padre es fontanero, de ahí el nombre del restaurante, Fonty´s. Pero en ese momento la fontanería no estaba muy boyante, y decidimos abrir el restaurante como alternativa. Pero descubrí que tenía instinto para el mundo de la hostelería, me encantaba, se me daba bien.
— Pero cuesta mucho, ¿no?
— Sí, muchísimo. Yo he tenido que sacrificar amigos, he tenido que sacrificar fiesta, he tenido que sacrificar hobbies y he tenido que sacrificar pareja. Tras lo de la construcción vino el Covid, tuvimos que cerrar, fue una de las situaciones más difíciles de mi vida. Es un tira y afloja constante y algunas veces te paras a pensar: “Pero ¿qué estoy haciendo? Se me está yendo la vida. Pero luego te das cuenta de cuánta gente me ha dado la hostelería y de cuántas puertas me ha abierto.
“la falta de industrias provoca la despoblación. Gomezserracín es un referente de calidad en productos hortícolas y ganaderos, y son sus industrias las que mantienen la actividad de los negocios”
— ¿Ayudan las administraciones?
— Por parte de las instituciones públicas hemos recibido un abandono total. No nos han dado voz, no nos han dado nada. Ahora parecen que nos escuchan algo más. Somos el pilar fundamental de una nación. Somos quien llenamos las despensas y los supermercados, somos los que defendemos los mercados en cárnicas y hortalizas, somos los que alimentamos a las grandes cadenas, esas que alimentan a las grandes ciudades. Quieren centralizarnos en las ciudades porque es más fácil gobernar y dominar a un rebaño de ovejas que a una manada de lobos. Cuando tengan que meter el producto de fuera, porque se han cargado todos los pueblos, van a aprender lo que es comer basura.
— ¿Cómo se vive en el pueblo?
— En el pueblo, en los pueblos en general, se vive bien. Hay más calidad de vida. El sistema nos vende que hay que irse a la ciudad a hacer una carrera y a trabajar, pero los jóvenes pueden vivir bien en los pueblos, pero debe haber buenos servicios y hay que mantenerlos.
— ¿Y eso cómo se hace?
— Fomentando la industria, las empresas. Es la falta de industrias la que provoca la despoblación. Gomezserracín es un referente de calidad en productos hortícolas y son sus industrias las que ha mantenido la actividad de negocios como el nuestro. También la industria del porcino sostiene la economía, si no existieran estas industrias, la situación del pueblo sería muy crítica. Es un círculo que se retroalimenta. Nosotros damos servicios a los trabajadores de las industrias y colaboramos con ellas comprando sus productos. Son productos kilómetro 0 de gran calidad, hortalizas, frutas carne… esa calidad no hay quien la iguale. Es una gran ventaja y nosotros estamos metiendo en nuestro menú del día productos de agricultores locales.
— ¿Se nota la despoblación?
— Ha habido unos años que ha estado un poco decaído. Se cerraron varios establecimientos en el pueblo. No culpo del todo a la despoblación rural, pero sí que es un factor muy importante. Se ha descuidado mucho las zonas rurales, sobre todo este pueblo ha tenido un impacto muy negativo. Ahora, gracias a la industria agrícola y ganadera que es marca de calidad en toda España hemos podido mantener este negocio abierto.
— ¿Qué proyectos tenéis?
— Estamos buscando nuevas fórmulas para crecer, pero vamos poco a poco porque creemos que el futuro se construye con visión, pero también con rigor, y en eso estamos trabajando ahora.
“la falta de industrias provoca la despoblación. Gomezserracín es un referente de calidad en productos hortícolas y ganaderos, y son sus industrias las que mantienen la actividad de los negocios”
— ¿Has pensado en cerrar e irte a una ciudad?
— Sí, lo he pensado muchas veces. Incluso me he ido de vacaciones a buscar locales, pensando en hipotecarme. Pero pienso en el pueblo que me lo ha dado todo. Ahora en las Fiestas de la Magdalena colaboramos para que sean un éxito. La población se triplica y cuatriplica, y todos salimos ganando, pero sin la colaboración de todos, es más difícil.
— ¿Qué le dirías a un joven que quiere emprender en el medio rural?
—Que lo haga en un sitio donde haya industrias, como en Gomezserracín. Segovia necesita gente preparada y valiente que emprenda en los pueblos. Hay que tener valor, aguante, y mucho espíritu de sacrificio, esto es muy vocacional. Si lo hacen así, les puede ir bien. Cualquier joven que tenga valor, hay que tener valor, esto tiene que ser muy vocacional. Pero tiene que hacer las cosas bien, no tirarse a la piscina a ver qué sale. Hay que hacer un estudio previo de mercado, ver si los números cuadran y luego ya tirarse al pozo. Y también tener suerte. Por muy bueno que seas, has de tener algo de suerte.
