El Gobierno, los seis grandes bancos y las principales constructoras volverán a reunirse esta semana con el fin de concretar el rescate de las nueve autopistas de peaje que están en quiebra, según informaron fuentes del sector.
La definición de los términos de la refinanciación de la deuda de 3.800 millones de euros que estas vías tienen con medio centenar de bancos constituye el principal escollo a superar para solventar su situación.
El proyecto de rescate, diseñado por los ministerios de Fomento y Hacienda y presentado al sector afectado el pasado mes de marzo, pasa por aglutinar a las nueve autopistas en concurso de acreedores en una empresa nacional 100% pública.
Previamente, se practicará una quita del 50% a la deuda que soportan y se convertirá el importe restante en un bono a treinta años, con un tipo de interés el 1% anual más un variable en función del tráfico.
No obstante, las entidades bancarias han rechazado esta retribución, al considerar que está por debajo del mercado y que, por lo tanto, representa en realidad una «segunda quita».
Según las mismas fuentes, el Ejecutivo central estaría dispuesto a elevar hasta el entorno del 2,5% el interés que devengará el bono, e incluso sopesaría otorgar una garantía estatal a estos títulos de deuda, inicialmente vinculados a la nueva empresa nacional de autopistas.
