El Tesoro Público tiene previsto realizar este año otro préstamo de 15.000 millones de euros a la Seguridad Social para sufragar las pensiones públicas, lo que supone 5.000 millones de euros más que el crédito de 10.192 millones de euros que ya aportó el ejercicio pasado al sistema.
Así lo confirmó ayer la secretaria general del Tesoro y Política Financiera, Emma Navarro, en la rueda de prensa para presentar la Estrategia de Financiación del Tesoro para 2018, en la que anunció que a pesar del préstamo, el Tesoro realizará una emisión neta de 40.000 millones de euros, 5.000 millones menos que el año pasado.
Navarro indicó que aunque las necesidades de la Seguridad Social se reducirán este año, el año pasado se recurrió al Fondo de Reserva de la Seguridad Social para financiar parte de las necesidades por importe de 7.000 millones, por lo que los recursos de la llamada ‘hucha’ de las pensiones son inferiores.
En este sentido, indicó que la estimación sobre el préstamo es “muy prudente” y el posible nuevo uso de la ‘hucha’ es algo que se terminará de concretar una vez se concluya la ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para este ejercicio.
En estos momentos, el Fondo de Reserva cuenta con 8.095 millones tras las últimas disposiciones realizadas por el Gobierno, frente a los 66.815 millones con los que llegó a contar en el año 2011.
En cualquier caso, reiteró que las pensiones están “garantizadas” por la totalidad de los recursos públicos y que el Tesoro también garantiza las pensiones a través de este préstamo, que “no tiene impacto ni en el déficit ni en la ratio de deuda pública”.
Navarro hizo un balance “muy positivo” sobre la estrategia de 2017, año en el que la financiación neta se situó en 45.031 millones de euros, importe superior al previsto al incluir los 10.192 millones del préstamo otorgado a la Seguridad Social.
En 2018, el Tesoro realizará emisiones brutas de deuda por importe de 220.145 millones de euros, lo que supone un 5,9% menos que los 233.900 millones de euros colocados el año pasado, y la emisión neta alcanzará los 40.000 millones de euros, un 11,2% menos que los 45.031 millones del año pasado. La emisión neta incluye la previsión de un nuevo préstamo de 15.000 millones a la Seguridad Social para financiar las pensiones.
Objetivos
Navarro explicó que los objetivos para este ejercicio son de nuevo “alargar la vida media de la deuda, abaratar costes y diversificar la base de inversores”, igual que en años anteriores. Y destacó los “mínimos históricos” en costes de financiación registrado en 2017, con unas emisiones netas de 45.031 millones, obtenidos íntegramente a través de medio y largo plazo.
Del total de 220.145 millones de financiación bruta previstos para este año, 126.310 millones serán a medio y largo plazo, una cifra que supone 13.152 millones menos que en 2017 (-9,4%), y 93.836 millones en letras, un 0,6% menos.
En el caso de la emisión neta de 40.000 millones, ésta se llevará a caso íntegramente con una emisión neta de 45.000 millones en deuda a medio y largo plazo, dado que la emisión de letras del Tesoro será negativa en 5.000 millones, después de haberlo sido ya en 3.628 millones en 2017.
Esto permitirá seguir alargando la vida media de la deuda en circulación y converger con otros países de la zona euro en lo que respecta al peso de las letras sobre el total de títulos representativos de deuda del Estado en circulación, apuntó Navarro.
Sobre el posible impacto de una hipotética subida de tipos a final de año, afirmó que la estrategia de alargar la vida media de la deuda sitúa a España en una posición “confortable”.
