El gobierno español tiene un interés estratégico en la industria automotriz. El fortalecimiento y la expansión de este sector se considera uno de los pilares fundamentales de la economía del país. Los datos muestran que el sector representa alrededor del 10% del PIB nacional, el 18% de las exportaciones españolas.
Es una industria que tiene una gran capacidad potencial para atraer inversiones y generar empleo, dos factores esenciales para el crecimiento económico. Hay que tener en cuenta que trabajan en estas industrias aproximadamente 2 millones de personas.
España ocupa un lugar relevante en Europa en la producción de vehículos. En 2024 se fabricaron en el país más de 2,3 millones de vehículos. Pero necesita mantener y, si es posible, incrementar esta posición en tiempos en los que la competencia internacional se vuelve una amenaza.
¿Qué dicen los datos industriales?
Las empresas de la industria de vehículos coinciden en varias ideas sobre lo que el gobierno debería hacer para favorecer el crecimiento del sector. Es un momento importante, en el que la transformación tecnológica y el tránsito hacia los vehículos eléctricos exigen grandes inversiones.
Las compañías consideran, en general, que hace falta un marco normativo estable y decisiones rápidas. Hay que mostrar a los inversores que España favorece la industria automotriz y que sigue siendo atractiva para el desarrollo de los nuevos modelos.
El Plan Auto 2030: una apuesta a la industria de automóviles
El Plan Auto 2030 fue presentado en diciembre de 2025. Es un proyecto que establece una guía de acciones con las que el Gobierno español se propone fortalecer la industria automotriz.
Las variables del Plan muestran el propósito de adaptar la industria a la transición hacia la movilidad eléctrica y encarar los retos tecnológicos y ambientales de esta época.
La idea de base es modernizar el parque automovilístico español y convertir a España en un protagonista de la fabricación de eléctricos y de baterías. Han participado en su elaboración técnicos gubernamentales y también fabricantes, proveedores y diferentes administraciones que tienen que ver con el sector.
¿Cuáles son las líneas de trabajo que forman el Plan 2030?
En su conjunto, el Plan comprende veinticinco medidas que se refieren a toda la cadena de valor del sector. Aborda asuntos que van desde la oferta y la demanda hasta la infraestructura de recarga, la innovación industrial y la sostenibilidad.
Algunas de los pilares principales son:
- Fomentar la compra de vehículos eléctricos a través de ayudas directas. Surge el Plan Auto+ que sustituye al anterior Moves III. Dispone ayudas de hasta 7.000 euros para la compra de eléctricos puros, híbridos enchufables y, en general de los cero emisiones.
- Ayudas gestionadas directamente por el Estado. En el sistema anterior, cada comunidad autónoma gestionaba sus fondos. Con la gestión del Estado central se espera mayor agilidad en los trámites y garantizar la uniformidad par los ciudadanos.
- Impulsar la instalación de puntos de recarga
Los problemas con la red de puntos de carga de eléctricos obstaculizan las ventas. El Plan Auto 2030 se propone incentivar la instalación de infraestructuras de recarga públicas y privadas.
- Crear un “sello España” en la industria
La idea es reforzar directamente al sector industrial atrayendo inversores para la fabricación de eléctricos, baterías y componentes. Para ello se requiere de inversión que permita modernizar fábricas y reforzar la cadena de valor nacional.
- Actualización del marco regulatorio
Se considera fundamental atender especialmente a las Zonas de Bajas Emisiones, a la normativa para recargas y a la regulación de vehículos autónomos, entre otros asuntos.
El Plan Auto 2030 es la respuesta a tantos reclamos de acción gubernamental. El presupuesto previsto es de entre 36.000 y 39.000 millones de euros para los próximos cinco años.
Con ellos se atenderá a las ayudas a compradores, a impulsar puntos de recarga y a reforzar el proyecto estratégico de recuperación y transformación del vehículo eléctrico y conectado.
Una gran inversión en la que los españoles sostienen sus esperanzas de crecimiento.
