Las segundas vueltas de las competiciones suelen tener mucho menos espectáculo que las primeras, porque los protagonistas de los partidos son más conscientes de la importancia de los puntos, y buscan más la posibilidad de sumar aunque sea de uno en uno antes que ‘palmar’ los tres por pecar de ambición.
Gimnástica Segoviana y Real Avilés, cada uno con sus particularidades clasificatorias puesto que los azulgranas siguen coqueteando con los puestos de descenso y los asturianos todavía están lejos de su objetivo de jugar la fase de ascenso, saben que se la juegan en cada partido, y en el campo de La Albuera hicieron un trabajo excelente para sus entrenadores, que al final del duelo alabaron el trabajo realizado por los futbolistas, aunque no tanto para el aficionado que se marchó algo frío del encuentro, y no solo por la temperatura.
Porque el partido que jugaron los dos conjuntos fue de esos que salen cerrados, con los protagonistas centrando sus esfuerzos en no cometer errores y fortificar el sistema defensivo, y por consiguiente con pocas ocasiones de gol. Muy claras, eso sí, pero tan escasas como que en la primera parte se pudieron contabilizar una parada de Carmona y otra de Davo (paradones, eso sí) y en la segunda poco más… aunque algo hubo.
La primera, azulgrana
En honor a la verdad hay que decir que la Gimnástica Segoviana fue mejor que el Avilés en los primeros cuarenta y cinco minutos. Tras un inicio algo dubitativo, tanto que no se había cumplido el vigésimo segundo de partido cuando Mansour ya había concedido la primera falta lateral de las que tanto se había hablado a lo largo de la semana que había que evitar, el conjunto azulgrana comenzó a funcionar de la mano de Álex Conde y Javi Borrego, capaces de hacer cosas diferentes con el balón que el resto de sus compañeros, y con los cambios de juego de Rubén hacia Dani Arribas, en una acción que durante muchas semanas se había echado de menos. Hasta en dos ocasiones aprovechó el de La Losa para acomodarse el balón a su pierna buena y tratar de sorprender a Davo, pero sin conseguirlo.
Manu tuvo la primera gran ocasión del primer tiempo, pero su remate con la zurda se marchó fuera por poco, minutos antes de que Carmona hiciera la parada de la tarde, despejando en acrobática intervención un no menos acrobático remate de Natalio dentro del área. Lo que sucedió segundos después entre Mansour y el delantero del Áviles cerca de la raya de gol es una acción de esas que nueve de cada diez veces se cataloga como penalti. En esta oportunidad fue la excepción.
Conde adelantó a los locales, que hicieron un gran primer tiempo, y un golazo de Iago Díaz igualó el choque tras el descanso
Como si enseñar los dientes hubiera sido suficiente para ‘acongojar’ al rival y pensar en vivir tranquilo, el Avilés no volvió a pisar con verdadero peligro el área de la Segoviana hasta casi el final del primer tiempo, y tampoco es que viviera precisamente tranquilo en defensa, porque el conjunto de casa dio un paso adelante, con Nanclares aprovechando su movilidad en la punta del ataque y Borrego entrando por los espacios abiertos como el que le permitió llegar hasta el área visitante en una brillante acción sobre Nacho López, al que ganó en la carrera. Davo evitó que la palabra ‘golazo’ hubiera sido la definición perfecta de la acción.
La jugada dio más bríos al fútbol gimnástico, que por momentos asedió a su oponente. Nanclares remontó la línea de fondo sin defensor alguno que le saliera al paso para sorprender a Davo por el palo corto, pero el poste puso el freno a su remate. Poco después en un centro desde la derecha, Nanclares remató para que Davo rechazara, dejando el balón a merced de los rebotes hasta que Conde encontró el hueco necesario para meter el esférico y llevarlo a la red marcando el 1-0.
La segunda, del Avilés
La primera parte terminó con un envío al segundo palo por parte de Sergio García, todo un estilete por la banda, tras un error en la salida del balón que pilló descolocada a la defensa gimnástica. Pero Dani Arribas evitó el empate a uno cerrando perfectamente y enviando el balón a córner, que como todos los que botó el conjunto avilesino, fue muy bien defendido por la zaga local.
Quiso salir la Segoviana a cerrar el partido en los primeros compases del segundo tiempo, pero se encontró con un rival que recompuso sus líneas y mostró sus intenciones ofensivas en un cabezazo de Natalio que se marchó fuera por poco. Nanclares, en su última acción ofensiva de mérito (de las varias que tuvo) antes de ser sustituido, enganchó un potente lanzamiento desde fuera del área al que Davo le dio respuesta, pero la Segoviana ya no era la misma del primer tiempo, porque el Avilés mejoró mucho tras la charla de su técnico en el vestuario, obligando al equipo azulgrana a juntar sus líneas demasiado cerca de Carmona.
Manu lo vio claro y quiso meter piernas frescas en el encuentro, introduciendo en el campo a Nogueira y Adeva, pero con tan mala fortuna que apenas un minuto después de hacerlo, otro envío espectacular de Sergio García al área local terminó con Iago Díaz empalmando de forma espectacular el balón ajustando su remate al palo. Un golazo para el 1-1.
El epílogo, de nadie
Y con el empate a uno con media hora por disputarse, los dos equipos pensaron que era mejor el pájaro en mano que ver volar a cien, y pusieron más empeño en defender lo conseguido que en atacar con todo. Cierto es que ambos conjunto no perdieron tiempo y buscaron la amenaza, pero salvando dos acciones de Adeva, una en la que presionó al portero visitante al que casi mete en un lío, y otra en un cabezazo dentro del área pequeña que se marchó alto, no hubo más acciones reseñables. El reparto fue justo.
