La Unión Europea comenzó a gestarse en 1950. A muchos les suena ya lejano, como algo del pasado, historia en blanco y negro. Pero lo que supone pertenecer a la UE no es algo que se haya logrado de un día para otro y, desde luego, no es algo que debería echarse a perder. Así lo aseguraba ayer, Día de Europa, Álvaro Gil Robles, director del Centro de Estudios de la Fundación Valsaín, para quien “es importante recordar que estamos en una aventura común de progreso y de futuro”.
“Hoy no tendríamos el grado de democracia que tenemos en Europa y de defensa de los valores humanos y de la dignidad de la persona si no fuese porque los europeos nos hemos unido para defender unos valores comunes, que es lo que nos identifica como proyecto político, social, humano, de desarrollo económico… Europa no solamente es la economía, son los principios y los valores que nos hacen ser persona y que nos hacen que nos respeten como persona a nosotros y a los que vienen de fuera a nuestro ámbito europeo”, aseguró.
Gil Robles quiso recortar también “que estamos en un momento de crisis, de dificultad. Europa es un proyecto siempre en construcción, pero en este momento con el brexit, con algunos países de centroeuropa que discuten valores fundamentales, con el terrorismo encima… más que nunca nos tenemos que unir” en torno a los principios fundacionales de la Unión: La paz, la libertad, la justicia, el Estado de Derecho y el estado de bienestar, porque, añadió, “lo que hoy nos parece normal no ha sido siempre así, ha costado mucho en la historia de Europa”.
Respecto a las nuevas amenazas a las que se tiene que enfrentar la UE, como el resurgir de los totalitarismos o los movimientos independentistas, Gil Robles aseguró que “Europa es fuerte para soportarlo. De hecho, lo hemos visto en España. ¿Quién ha derribado y quién ha hundido y quién ha derrotado al terrorismo? Pues el pueblo español, manteniendo una posición democrática unida, unas fuerzas de seguridad y unos tribunales de Justicia. No ha hecho falta decretar un estado de excepción ni nada más”.
Sin embargo, para director del Centro de Estudios de la Fundación Valsaín hay una amenaza peor, “el virus de los antivalores europeos, que son el nacionalismo, la xenofobia, el racismo, que creíamos que había desaparecido…”. Racismo que está reviviendo debido a la crisis humanitaria que se vive en Oriente, que está obligando a muchos civiles a abandonar sus países y buscar refugio, “y la llegada de los inmigrantes y de aquellos que piden asilo parece que nos dividen en lo esencial”, lamentó Gil Robles.
“Hay algunos países a los que solo les interesa de Europa el dinero, el apoyo económico, y en este proyecto estamos con desarrollo económico, pero también con justicia social, con unos principios y unos valores comunes. Si no se acepta eso, entonces no se está en Europa, se está en otra cosa”, concluyó.
Para dar a conocer y promover esos valores es fundamental la educación, pero también la cultura, como aseguró Eliseo de Pablos, miembro del Comité de Expertos Culturales de la Unión Europea y director de MUCES. “La cultura es esencial, porque los países europeos tenemos muchas cosas que nos unen y una de esas cosas es la cultura. La Unión hace bastante políticas tendentes a unir a los países, aunque eso no llega mucho a la gente”.
Por todo ello, habrá que seguir trabajando unidos en la diversidad, como reza el lema de la Unión Europea.
Luquero recuerda los valores de la Unión: paz, libertad, justicia y Estado de Derecho
El Ayuntamiento de Segovia decidió sacar ayer a la calle la celebración del Día de Europa y lo hizo con un acto sencillo en la Plaza Mayor, donde se unieron políticos, agrupaciones de vecinos, asociaciones sociosanitarias, escolares… Con el izado de la bandera de la Unión Europea y la música del Himno sonando en directo, gracias a un cuarteto de la Banda Tierra de Segovia, se reivindicó el valor de una Europa unida.
En el mismo sentido, la corporación municipal aprobó por unanimidad un manifiesto en el último pleno, que la alcaldesa, Clara Luquero, leyó ayer ante los asistentes al acto. Recordó la regidora que la Unión Europea comenzó a forjarse hace 68 años con la Declaración del ministro francés Robert Schumann, una declaración que “era fruto de una profunda convicción: Europa no podía volver a vivir la catástrofe política, económica, social y moral que las guerras del último siglo habían supuesto para los ciudadanos del continente”. Poco a poco, la Unión fue creciendo, adhiriendo países y firmando tratados.
Y así, prosiguió Luquero, “se ha avanzado, tanto en libertades y derechos, como en la apertura y mejora de las relaciones comerciales y económicas (…), garantizándose así las cuatro libertades fundamentales en el territorio de la Unión Europea. Personas, bienes, servicios y capitales pueden circular hoy en día libremente por la misma como si de un mismo Estado se tratara”.
“A pesar de las dificultades encontradas a lo largo de los años —continuó—, los valores fundacionales de la UE siguen estando en vigor y se han asumido por toda la sociedad como propios. La paz, la libertad, la justicia, el Estado de Derecho y el estado de bienestar están presentes en las políticas de los países miembros”.
El manifiesto también recordó el lema de la Unión, “Unida en la diversidad”; y puso de relieve la necesidad de “dar una respuesta contundente frente a la amenaza de los totalitarismos políticos que avanzan dentro y fuera de sus fronteras, reivindicando la democracia como máximo valor de sus principios fundacionales”.
Por último, Luquero recordó las palabras del segoviano Andrés Laguna, pronunciadas en la Universidad de Colonia el 22 de enero de 1543, en las que por primera vez se apelaba a la unidad política alcanzada de forma pacífica en el continente: “Europa, Europa vuelve en ti, no hay fuerza en la desunión”.

