En los últimos cinco años 11.300 pequeños negocios han echado el cierre en España. Esto se debe, principalmente, a la subida de los costes energéticos, al aumento del Salario Mínimo Interprofesional y al encarecimiento de la financiación. Desde el inicio de la pandemia, la inflación y las trabas administrativas no dan tregua al empresariado español y en este tema el tamaño sí que importa. A la hora de encarar estos retos, las empresas pequeñas son las que afrontan mayores dificultades.
De estos problemas sabe mucho Gerardo Cuerva, actual presidente de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa, (CEPYME), que hoy presenta su programa “El valor de las empresas españolas”, en el foro Nueva Economía de Madrid.
Desde hace 6 años este ingeniero industrial es presidente de la CEPYME y desde esta plataforma quiere seguir defendiendo a los pequeños y medianos empresarios; a aquellos que cada día encuentran más dificultades para salir adelante. Para ello se presenta de nuevo a las elecciones para presidir la patronal que se celebrarán el próximo 20 de mayo.
Ese día, Gerardo Cuerva disputará la presidencia con Angela de Miguel, la candidata designada por António Garamendi, presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE). El nombramiento de Angela de Miguel, que representa a la CEOE en Valladolid, se dio a conocer este marzo en la entrega de los premios CEPYME a los que acudió Pedro Sánchez. Además de presidenta de la confederación vallisoletana de empresarios y miembro de la junta directiva de CEOE y CEPYME, Angela de Miguel, es socia fundadora del despacho de abogados Negotia, con sedes en Valladolid y Madrid.
Aunque es miembro de la Junta Directiva de CEPYME, Angela de Miguel, no ha participado en las reuniones de los últimos años y mucha gente piensa que no conoce la organización. La candidata no tiene experiencia conocida en las Instituciones Europeas pero ha apuntado que la organización debe tener más peso en Bruselas. En este sentido, las propuestas que Gerardo Cuerva ha realizado en los últimos años sobre desregulación, pensiones y morosidad han sido ampliamente escuchadas en Europa donde generan preocupación y recelo.
En contradicción con su propuesta de una mayor presencia de las pequeñas y medianas empresas en Europa, Antonio Garamendi ha excluido a CEPYME de su representación en el Consejo Económico y Social Europeo (CESE). El Ministerio de Trabajo que dirige Yolanda Díaz ha decidido rebajar a seis el número de representantes que hasta ahora ascendía a siete. El Gobierno nombra a estos representantes a propuesta de las organizaciones y, en esta ocasión, ha abierto y las puertas a otras organizaciones como CONPYMES o PIMEC dejando a CEPYME fuera del reparto.
Fuentes de la patronal afirman que la candidatura de Angela de Miguel es una injerencia de Garamendi en la CEPYME. Los empresarios están recibiendo presiones para posicionarse respecto a los candidatos lo que se considera un intento de división de un Ejecutivo enfrentado al empresariado. Esto sucede en un momento en el que el Gobierno prepara una serie de medidas que van a impactar de forma negativa en las empresas. Cuerva afirma que lo más positivo sería una candidatura única y que lleva meses trabajando por ello pero que todas sus propuestas han sido rechazadas.
Gerardo Cuerva, no recibe ninguna remuneración por estar al frente de CEPYME ya que renunció a cualquier bonificación económica por dar voz a los empresarios. Aun no se sabe si Ángela de Miguel renunciará a estos emolumentos pero sí se conoce que su mentor, Antonio Garamendi, duplicó su salario al hacerse cargo de la presidencia de la CEOE y promovió un cambio de estatutos que limitaban a dos los mandatos y que ahora permiten la perpetuación en el cargo.
El actual presidente de CEPYME es empresario de tercera generación, su abuelo fundó una pequeña distribuidora de energía que su padre y él hicieron crecer hasta convertirlo en un grupo empresarial dedicado a las energías renovables que hoy cuenta con su propio centro de I+D y que está considerado como un referente energético de vanguardia.
Porque lo lleva en la sangre, conoce bien las dificultades que afronta el empresariado, su propuesta básica es la libertad. Gerardo Cuerva considera que “las decisiones del Gobierno más hostil con la empresa” crean una maraña de trabas que sólo dificultan su desarrollo y competitividad. Piensa, como tantos otros, que” el aumento de los costes tributarios y laborales asfixian su porvenir y que esta situación es especialmente sangrante para las pymes”. De hecho, el último Barómetro del Consejo General de los Colegios de Gestores Administrativos, de noviembre de 2024, considera que cerca de 480.000 empresas, principalmente pymes, finalizaron el año 2024 con pérdidas.
Y Gerardo Cuerva se considera el altavoz de estos empresarios. En los premios CEPYME de este año habló sin ambages sobre la animadversión del Ejecutivo hacia los empresarios y las dificultades que atraviesan las empresas delante del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. En el mismo acto, Antonio Garamendi utilizó un tono conciliador y generalista que no refleja la realidad que vive el pequeño y mediano empresario. No habló de las subidas sostenidas del Salario Mínimo Interprofesional, ni de la reducción no consensuada de la jornada laboral o del exceso de regulación laboral que asfixia a las empresas.
Porque para Gerardo Cuerva, “no hay más margen para exprimir las pymes”, y por eso ha estructurado su candidatura en torno a 5 principios rectores: independencia política, defensa de las empresas y los empresarios, recuperación de la libertad de empresa, el combate a la hiperregulacion y la contención de costes.
El día de las elecciones, el próximo 20 de mayo, Gerardo Cuerva y el pequeño y mediano empresario sabrán si su voz se sigue escuchando.
