El presidente de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, juró ayer el cargo en la Real Casa de Correos, sede del Gobierno regional, y mandó una mensaje de “solidaridad y concordia” para fortalecer, apoyar e impulsar España ante “proyectos rupturistas”.
Así, durante su discurso tras el juramento del cargo, que se materializó el pasado viernes en la Asamblea gracias a los votos de PP y Ciudadanos, Garrido ofreció desde Madrid colaboración a todas las administraciones, en especial a los ayuntamientos y al resto de autonomías de España.
“Una España que no concebimos privada de ninguna de sus partes, ni tampoco sometida a otra política que no sea la del respeto a la Constitución y las leyes, la tolerancia y el reconocimiento de la diversidad, sin imposiciones ni proyectos rupturistas”, defendió. En este sentido, desde Madrid, lanzó un mensaje de “solidaridad y concordia” para fortalecer, apoyar e impulsar el país.
Por otra parte, centrándose en la autonomía madrileña, Garrido destacó los logros de la región en las últimas décadas como “la dotación de unos servicios públicos” que en algunos casos, como la sanidad, la educación o el transporte, “son de alta calidad” así como el impulso que se ha dado a “la economía y la creación de empleo”.
Compromisos
Como retos, el dirigente regional puso el foco en “reducir y superar las consecuencias sociales de la pasada crisis económica; en dotar de estabilidad y calidad al empleo que se crea; y en consolidar la sostenibilidad de una cartera de servicios públicos cada vez más completa y que llega a capas más amplias de la población”.
“Me comprometo igualmente a rendir cuentas de esa labor dentro de un año, cuando termine esta décima Legislatura, para que cuando los ciudadanos vuelvan la vista atrás comprueben que la región ha avanzado, que ha dejado atrás algunos problemas y que está mejor preparada para afrontar otros. Y sobre todo, que puede fijarse a sí misma nuevas metas a partir del camino recorrido”, afirmó Garrido.
Asimismo, también se propuso “contar con todos” para impulsar el programa de Gobierno, “escuchando a los distintos sectores de la sociedad madrileña, sin excluir a nadie, anteponiendo siempre el interés general, y de acuerdo con la vocación integradora de esta Comunidad”.
Por último, el presidente dio su palabra de que tratará de comportarse “con generosidad, con coraje y con franqueza”, unas grandes virtudes que ha visto a muchas personas y a los propios madrileños.
Por otra parte, defendió que “no hay ninguna crisis” en la región y que están intentando “trabajar ya otra vez”, que es lo que “merecen” los madrileños.
“No hay ninguna crisis, estamos intentado trabajar ya otra vez que es lo que hace falta. Es lo que merecen los madrileños y es lo que vamos a hacer”, sostuvo cuando se cumple casi un mes de la salida de la expresidenta Cristina Cifuentes por las polémicas de su máster en la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) y del vídeo en el que se la habría sorprendido presuntamente robando en un supermercado.
