El equipo de Gobierno aún no ha presentado los presupuestos para el próximo ejercicio, pero el portavoz, Jesús García Zamora, asegura que espera tener esta semana “la previsión de ingresos y gastos que han ido haciendo los distintos servicios” del Ayuntamiento y, a partir de ese momento, “tengo intención de contactar con todos y cada uno de los grupos municipales para tratar de explicarles el presupuesto que creemos que es posible y necesario para nuestra ciudad y tratar de negociar en la medida de lo posible”.
Ello teniendo en cuenta, añade, “que no tenemos que hacer abstracción del momento en el que nos encontramos, a seis meses de unas elecciones municipales, y solo el PSOE ha determinado ya quien va a ser su cabeza de lista [la actual alcaldesa, Clara Luquero], mientras que el resto de los grupos municipales aún no lo ha hecho y eso también marca el trabajo de los próximos meses”.
En este sentido, el portavoz de Izquierda Unida, Ángel Galindo, apunta que “no tenemos ningún tipo de comunicación ni contacto por el tema de los presupuestos, lo único que hemos visto ha sido las declaraciones de la alcaldesa en prensa”, unas palabras de las que se desprende que “asume que va a prorrogar los presupuestos, porque cuando está diciendo que va a apelar a la responsabilidad de los demás grupos, parece que ganas de negociar y de llegar a acuerdos tienes pocas”.
“Esas declaraciones de intentar apelar a la responsabilidad antes de conocer ni una cuantía ni una inversión de esos presupuestos, suena más a un chantaje que a una negociación”, dice Galindo.
«De momento nosotros no hemos tenido ningún contacto y tendremos que ver qué es lo que proponen, y por nuestra parte vamos a seguir trabajando de la misma forma, ver en qué se puede mejorar y ver si se pueden llegar a acuerdos», asegura.
Por último, recuerda Galindo que «a esta situación se ha llegado porque el PSOE, al alcanzar un acuerdo con Ciudadanos, se dedicó a criticar a los demás en lugar de sacar pecho de su acuerdo, porque un voto en contra en los presupuestos no es una declaración de guerra, es un voto en contra por unas gestiones determinadas; pero se demostró que estaban más a gusto pactando con Ciudadanos que con IU, así que nosotros no tenemos ninguna obligación de votar al PSOE porque se suponga que somos los dos de izquierdas».
