El tenista español Guillermo García-López sorprendió ayer a su compatriota y número uno mundial Rafa Nadal en las semifinales del torneo de Bangkok.
El representante patrio se impuso por 2-6, 7-6 (3) y 6-3, y se medirá hoy en la final del campeonato, de categoría ATP 250 y que se disputa en pista dura, al finlandés Jarkko Nieminen.
García-López, que no le había ganado ni un set a Nadal en sus dos enfrentamientos previos, que tuvieron lugar en Valencia (2005) y Chennai (2008), dio la gran ‘campanada’ del evento al eliminar al balear, quien encajó su primera derrota desde que completó el ‘Grand Slam’ en el pasado Abierto de Estados Unidos.
La victoria del albaceteño se explicó, en esencia, por su numantina resistencia con el servicio, ya que logró salvar 24 de las 26 bolas de rotura de las que dispuso su rival durante el partido.
No obstante, en el primer set nada hizo presagiar el desenlace del encuentro, ya que el mallorquín apabulló como acostumbra y logró un rápido 2-6.
Fue en el segundo parcial en el que García-López se entonó. Evitó el ‘break’ una y otra vez, hasta llevar la manga a una decisiva ‘muerte súbita’. En ella, dejó en tres puntos al manacorí.
La igualada llenó de confianza al triunfador, que ya no ofreció fisuras con su saque en el tercer set. Justo al contrario que Nadal, que, paradójicamente, concedió la única bola de rotura de la que dispuso su oponente en toda la intensa contienda.
Esta pequeña ventaja fue suficiente para confirmar la victoria del manchego, que participará en la tercera final de su carrera tras la que perdió este mismo curso en Eastbourne, y la que ganó la temporada pasada en Kitzbühel.
Su rival en el compromiso por el trofeo será el finlandés Jarkko Nieminen, que superó al germano Benjamin Becker por 6-3 y 6-2.
El nórdico ha estado en más finales que García-López, pues con la de hoy habrá competido en 10. Sin embargo, su bagaje en ellas ha resultado pobre: cayó en ocho y únicamente alcanzó la gloria en 2006 en Auckland.
