Después de un inicio de Liga más que irregular, el Naturpellet Segovia Futsal ha llegado a un momento de la competición en el que ha de definirse. Nombre por nombre, el plantel del conjunto segoviano es envidiable para una categoría como la Segunda División. Sin embargo, la suma de estos nombres aún no ha conseguido hacer un equipo regular ni en su juego, ni en sus resultados. Y ello se está pagando caro en una clasificación que no perdona, ya que cumplidas siete jornadas de competición, el plantel se encuentra fuera de las posiciones de fase de ascenso, con más derrotas que victorias.
A la cancha del pabellón Pedro Delgado llega el Puertollano, otro de los equipos que han ido creciendo en esta categoría, y que vendrá a Segovia con todas las ganas de pescar en el río revuelto del Naturpellet, que de nuevo se quedará sin el concurso de Borja Blanco, uno de los jugadores que podría desatascar el ataque de los de Gacimartín, aunque el problema principal del cuadro local no es ni mucho menos el ataque, sino la defensa. Los despistes continuados en este apartado, sobre todo en las acciones de estrategia del rival, están lastrando demasiado al equipo, que necesita de una mayor concentración en ese tipo de acciones tan decisivas en el fútbol sala actual.
Un calendario con trampa Se abre ante el Naturpellet un tramo del calendario con encuentros menos exigentes en principio que en la primera fase de la Liga, salvando el choque frente al Valdepeñas. Pero no cabe duda que la presión por conseguir la victoria existe, ya que la clasificación está poniendo al equipo segoviano casi tan cerca del descenso que del liderato, y ya se sabe que la necesidad de puntuar para conseguir los objetivos suele pasar factura. Por ello siempre es importante colocarse por delante en el marcador, y adquirir sensaciones positivas. Si es el Puertollano quien lo hace, al Naturpellet le tocará trabajar el doble.
Por aquello del acuerdo alcanzado ya el pasado año con el IMD y el Unami de fútbol sala femenino, el encuentro adelanta su hora de inicio a las cinco y media de la tarde, como sucederá en cada ocasión en la que ambos conjuntos coincidan como locales.
