En el mundo del fútbol, cada vez quedan menos jornadas de esas que se llaman ‘ de transición’. La igualdad en los partidos se empieza poco a poco a hacer patente en todas las categorías, y el grupo octavo de la Tercera no iba a ser una excepción, aunque las victorias sigan cayendo de manera normal para el mismo lado.
Fue el caso de la Gimnástica Segoviana en el Mariano Haro, donde el Becerril lo puso complicado, aunque la realidad fue que el conjunto azulgrana generó ocasiones más que suficientes como para haber ganado con más claridad en un encuentro en el que las rotaciones cumplieron a la perfección con lo que les pidió el cuerpo técnico. Ya fuera por la lesión de un compañero, como en el caso del portero David con Christian que sufre una contractura en el músculo redondo mayor de su hombro, como los que entraron por decisión técnica, que cumplieron más que de sobra.
Las mismas distancias.
La victoria no sirvió para que la Segoviana asaltara la segunda plaza, aunque no lo tuvo lejos puesto que el Burgos Promesas estuvo durante muchos minutos por detrás en el marcador de su partido ante el Júpiter Leonés, y el Atlético Astorga, obligado a remontar en su encuentro frente al Almazán. Pero como quiera que ambos lo hicieron, la Segoviana mantiene los dos puntos de desventaja con respecto al equipo burgalés, los tres de renta sobre el Numancia B, que ganó con solvencia al Atlético Tordesillas, y ocho sobre el Astorga.
Quien no cede ni un poco en la clasificación es el Zamora, al que la inversión realizada para buscar de nuevo el ascenso a Segunda B le está saliendo más que rentable después de una primera vuelta prácticamente inmaculada. Su victoria frente a la Arandina (que no levanta cabeza) la mantiene con más de una decena de puntos de ventaja sobre el Burgos Promesas, y doce sobre la Segoviana, que ya vela armas de cara al encuentro de Copa del Rey que disputará en La Albuera mañana martes, a las ocho y media de la tarde, frente al Elche CF.
