Cuando uno aprende a ganar ya no quiere dejar de hacerlo y El Cochinillo Segoviano, que logró la primera victoria de su historia en la Primera Femenina el pasado fin de semana, la encadenó con un segundo triunfo, en esta ocasión lejos del Teodosio, imponiéndose a la Universidad de Burgos Babieca en el encuentro jugado en la capital burgalesa.
El equipo de Sergio García tuvo la virtud de no marcharse nunca del encuentro, ni siquiera después de un primer cuarto en el que el conjunto segoviano recibió un parcial de 10-0 que le hizo pasar de un igualado 6-7 al 16-7 con el que concluyeron los primeros diez minutos, porque las visitantes enjugaron rápidamente esa diferencia en los primeros compases del segundo cuarto, con Irene Llanos dando muestras de su calidad desde la línea de tres puntos.
Al descanso la ventaja era burgalesa, pero los tres puntos de diferencia mostraban un duelo igualado, en el que ninguno de los dos conjuntos lograba distanciarse en el marcador lo suficiente como para coger el liderato del partido. Era la Universidad de Burgos quien lideraba el electrónico por más tiempo haciendo valer el acierto en sus lanzamientos exteriores, pero El Cochinillo se mantenía en todo momento al acecho de su oponente, por lo que se llegó a los últimos diez minutos de encuentro con las espadas en todo lo alto.
Dos tiros libres anotados por Mónica Herranz a seis segundos para el final certificaron la remontada visitante
Y ya en el último tramo del partido, cuando los aciertos y los errores pesan mucho más, fueron las jugadoras segovianas las que se equivocaron menos. Al acierto realizador de Irene Llanos se le sumó el de Mónica Herranz, que con diez puntos en el último cuarto, incluidos dos tiros libres convertidos a falta de seis segundos para la conclusión del encuentro cuando el equipo local no se creía que pudiera perder el encuentro, sentenció la victoria del conjunto segoviano, que quiere hacer rutina de sus buenos marcadores y que en Burgos mostró mucha solidez mental para mantenerse siempre dentro del partido, y apretar el acelerador en los instantes finales.
