Aprovechando que los líderes de los Veintisiete se reunían en Bruselas para analizar la crisis libia, el dirigente de ese país, Muamar el Gadafi, amenazó ayer a Europa con «retirarse de la alianza internacional contra el terrorismo» y «levantar la mano» en el control del flujo de emigrantes hacia el Viejo Continente.
En su mensaje, Gadafi afirma que Europa debe respaldar a Trípoli porque su régimen «continúa luchando contra las pandillas de Al Qaeda que han actuado de repente en algunas ciudades libias», asumiendo su papel de «socio» en la lucha contra los radicales.
«Esta alianza -agregó- debe respaldar a las autoridades de Libia en su lucha contra Al Qaeda para que este país siga siendo un punto seguro en el norte de África».
También añadió que, si ese apoyo se mantiene, Trípoli continuará conteniendo «las oleadas de emigrantes del continente negro hacia Europa».
Si Libia pierde ese apoyo, advirtió Gadafi, «se verá obligada a retirarse de la alianza contra el terrorismo y cambiará su política hacia Al Qaeda». También «levantará la mano sobre el flujo de emigración de millones de personas a Europa y hacia el mundo».
«La pelota ahora está en el campo de los europeos», subrayó.
Según el coronel, la nación que dirige «ha sido capaz de ser una parte efectiva de la alianza internacional contra el terrorismo y puede derrotar a los radicales que pretenden convertir (al país) en un estado fallido, tal y como hicieron en Somalia».
Desde que comenzó la rebelión militar en Libia, el régimen de Gadafi ha acusado a las fuerzas de la oposición de estar apoyadas por Al Qaeda y de recibir «drogas y dinero» para mantener su lucha.
Además, ayer se libró un nuevo ataque a la terminal petrolera de Ras Lanuf, a unos 450 kilómetros al oeste de Bengasi. Este enclave estuvo sometido a un intenso bombardeo por parte de las brigadas gadafistas, que lanzaron una ofensiva desde tres puntos contra los milicianos, que tratan de mantener su presencia en este área, castigada desde el martes.
Pese a las intentonas de reconquistar este territorio por tierra, mar y aire, los rebeldes todavía controlan esta zona industrial, según confirmó el portavoz opositor Mustafá Geriani, que agregó que las fuerzas contrarias al régimen también mantienen su poder sobre Brega, a unos 110 kilómetros al este de Ras Lanuf.
Por otro lado, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, aclaró que los ataques selectivos que París y Londres quieren llevar a cabo en Libia serían «puramente defensivos» y se activarían si Gadafi utiliza decide atacar a manifestantes pacíficos.
«Estamos dispuestos -a condición de que Naciones Unidas lo desee, la Liga Árabe lo acepte y las autoridades libias que queremos que sean reconocidas lo decidan- a llevar a cabo acciones selectivas puramente defensivas, solo si Gadafi usa armas químicas o la aviación contra ciudadanos que protesten sin violencia», indicó a la entrada del Consejo Europeo.
Por su parte, el Gobierno español consideró que, en las actuales circunstancias, el aval de la ONU para intervenir militarmente resulta «imprescindible», aunque reconoció que la situación podría cambiar y advirtió de las sospechas de que el régimen libio pueda utilizar armas químicas.
