El texto definitivo del Pacto por la Educación, presentado ayer por el ministro Ángel Gabilondo a todos los sectores docentes, asegura que el estudiante debe finalizar sus estudios sabiendo castellano, otra lengua cooficial y el inglés, y refuerza la autoridad moral del profesorado.
El documento, propuesto por Educación está basado en 12 objetivos y contempla 148 propuestas que tienen como fin «un sistema educativo que garantice la equidad y la excelencia en todos sus niveles».
En lo que se refiere a los alumnos, se fomentará que continúen su formación, como mínimo hasta los 18 años, flexibilizando las ofertas formativas, impulsando el aprendizaje a lo largo de la vida y ofreciendo alternativas que permitan compatibilizar formación y empleo. Se adoptarán medidas para facilitar la transformación progresiva en plazas de Educación Infantil de la oferta de atención a los niños de 0 a 3 años.
El texto resalta la competencia lingüística como una clave para el desarrollo personal y profesional y para la inclusión social, y recuerda que la Constitución establece la convivencia de las lenguas de cada comunidad autónoma con la lengua española. Por ello, Educación establece que los poderes públicos deben poner los medios necesarios para que, al finalizar la ESO, todo el alumnado comprenda y se exprese con corrección, oralmente y por escrito, en la lengua castellana y, si la hubiere, en la lengua cooficial de la Comunidad Autónoma. Se incrementará un conjunto de medidas en el ámbito escolar y social con el fin de garantizar que todos los jóvenes dominen, al menos, un idioma extranjero, especialmente el inglés. En este sentido, se acreditará el nivel alcanzado en otras lenguas según la referencia del Consejo de Europa.
El texto promueve que las materias se agrupen en ámbitos principalmente en los primeros cursos de la ESO con el fin de reducir el número de asignaturas y de profesores que tiene el alumnado.
Además, se ampliará y flexibilizará la oferta de formación profesional, tanto para los jóvenes en edad escolar como para la población adulta, y se adoptarán medidas que permitan compatibilizar formación y empleo.
En 4º y 6º de Primaria, así como en 2º y 4º de la ESO el Ministerio de Educación y las autonomías acordarán el diseño de una evaluación general para el diagnóstico de los estudiantes.
Educación promulgará el Estatuto del Estudiante Universitario y la constitución del Consejo de Estudiantes para contar con un marco adecuado para garantizar su participación en los asuntos universitarios. Y se asegurará que ningún estudiante se vea privado de continuar estudiando por falta de recursos económicos, fortaleciendo el sistema de becas y ayudas al estudio.
Respecto a los profesores, Gabilondo ha propuesto conseguir que el colectivo disponga de la preparación necesaria para hacer frente a las necesidades actuales y futuras de la labor docente, con una buena formación, tanto en los aspectos científicos como pedagógicos. Se organizarán planes específicos de formación permanente para facilitar a los docentes la utilización de tecnologías de la información y la comunicación en las aulas.
