Luciano José Simón Gómez, el hombre de 58 años que se atrincheró en su casa de Turieno (Cantabria) y huyó tras herir a un agente en un tiroteo con la Guardia Civil, se encontraba “agotado” y “aturdido” cuando fue detenido, esta pasada madrugada en el entorno de su vivienda por efectivos de este Cuerpo, a los que no ofreció resistencia.
Fue arrestado pasadas las doce y media de la noche, cuando regresaba, desarmado, a su vivienda, supuestamente a buscar ropa o comida, tras permanecer escondido durante horas en montes “cercanos” a la localidad de Camaleño en la que vivía.
Aunque se está estudiando el itinerario que recorrió en su ausencia, se sabe que volvía al domicilio tras descender por la zona comprendida entre los montes Viorna y Arabedes.
Luciano Simón cayó en la emboscada que le habían preparado cerca del lugar de los hechos los agentes, después de “mitigar” el cordón policial y “relajar” el amplio dispositivo desplegado, en el que llegaron a participar, por tierra y aire, más de un centenar de miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado de Liébana, del resto de Cantabria y procedentes también de provincias limítrofes y otros puntos de España.
El fugitivo, con amplio historial policial y considerado “extremadamente peligroso”, fue arrestado tras permanecer más de 20 horas fugado, y cerca de doce más atrincherado en la vivienda, desde que en la noche del martes se personara en el lugar la Benemérita, que había recibido una llamada previa por una discusión familiar en la que supuestamente uno de sus miembros habría realizado amenazas con arma blanca a otros.
Tras el arresto, fue trasladado a dependencias de la Guardia Civil de San Vicente de la Barquera donde permanece este jueves a la espera de pasar a disposición judicial en las próximas horas, según ha indicado el delegado del Gobierno, Pablo Zuloaga, que ha considerado que la operación –criticada entre otros por el presidente regional, Miguel Ángel Revilla, que tachó en Twitter de “chapuza total” la huída del atrincherado-, terminó siendo “un éxito”.
El Instituto Armado detalló por su parte que Luciano Simón, del que no ha trascendido si estaba o no bajo los efectos de las drogas, decidió salir de la zona boscosa y de matorral en la que se había escondido para volver a su casa, al percatarse de la ausencia de guardias civiles en las inmediaciones, momento en el que fue detenido por efectivos del Grupo de Acción Rápida (GAR) que estaban ocultos en el entorno, en una acción “muy estudiada” y “trabajada”, valoró Zuloaga.
Arma
Además de no portar el arma (larga, tipo escopeta) con la que había efectuado los disparos -y que todavía no había sido hallada al cierre de esta edición, aunque se trabaja en su localización- no realizó ninguna declaración. Tampoco se había recibido aviso alguno de que hubiera sido visto en el monte mientras estuvo oculto, tal y como ha asegurado el delegado del Gobierno.
En cuanto a la huida de la vivienda, tuvo lugar sobre las cinco de la madrugada, en un momento de “confusión” tras resultar herido un agente. Se cree” que salió por “un ventanuco” y después “se descolgó por unos cables”, ha comentado a preguntas de los periodistas el delegado del Gobierno, que ha declinado pronunciarse sobre datos técnicos (como los supuestos 150 disparos que se llegaron a efectuar durante el tiroteo) ante los que remitió a la Guardia Civil.
En todo caso, Zuloaga aclarado que los mismos se realizaron cuando el agente herido tuvo que ser evacuado, para “proteger” su vida y “asegurar” también la de los compañeros que le estaban sacando del lugar y evitar que fueran alcanzados por tiros de Luciano Simón.
En cuanto a su futuro inminente, indicó que la Benmérita trabaja en las diligencias penales y estudia los delitos que se le pueden imputar por estos hechos, desencadenados tras una “bronca familiar” que derivó en una llamada a la Benemérita, tras lo que el vecino de Turieno se atrincheró en su casa y mantuvo un tiroteo con los efectivos personados, uno de los cuales resultó herido al recibir un disparo en el pie derecho.
