Solo Rafa Nadal y David Ferrer levantan el panorama español en Wimbledon, donde en la primera semana del torneo el tenis nacional experimentó una dolorosa criba al tener que despedir a 16 de los 18 competidores que arrancaron el pasado lunes en este Grand Slam. La ‘Armada’ sufrió tropezones prematuros, unos predecibles y algunos de ellos totalmente inesperados en la superficie verde, en la que se han quedado como únicos representantes el manacorí y el alicantino, dispuestos a continuar en octavos.
Se trata de la peor actuación del tenis masculino que vive España en un ‘grande’ desde 2008, cuando tan solo cuatro jugadores pasaron a la tercera ronda en el Abierto de Australia. En el cuadro femenino, las tres competidoras españolas que arrancaron el lunes, Nuria Llagostera y Anabel Medina no sortearon el primer escollo, mientras que Arantxa Parra aguantó algo más para decir adiós en la segunda ronda frente a la italiana Sara Errani.
Toda la pompa de la tradición británica vistió de protocolo esta primera mitad de la competición más tradicional. La visita de la Reina de Inglaterra, Isabel II, al All England Club el jueves suscitó una gran expectación, reunió a curiosos que buscaban la foto de la soberana y obligó a algunos jugadores, como a las hermanas Williams, el suizo Roger Federer, o el norteamericano Andy Roddick, a reverenciar a la octogenaria monarca.
Faltó Rafa Nadal en ese saludo protocolario. El balear, que por primera vez afronta este torneo como número uno en el ránking de la ATP, lamentó la coyuntura, pero «con todos los respetos a la monarca», recordó que Wimbledon para él «no es ninguna broma» y, por ello, sus métodos de entrenamiento son una prioridad incuestionable.
De cara a la segunda semana del torneo, la atención se centra en Nadal y Ferrer. El pentacampeón de Roland Garros y el que fuera campeón de Wimbledon del 2008, baja la pasada edición por una lesión de rodilla, tiene como gran rival al suizo, el número dos del mundo y primer favorito en este Grand Slam.
Por su parte, Ferrer tendrá que estar más fino que su compatriota Marcel Granollers para sobrevivir al temible Soderling.
Rafa Nadal señaló que las molestias que sufre en las rodillas, y que se le reprodujeron el pasado sábado en las casi cuatro horas de encuentro ante el alemán Petzshner, le impedirán jugar en la Copa Davis contra Francia, pero precisó que no se trata de una renuncia, sino de una obligación.
«Para mí es una gran decepción no estar frente al equipo galo. Es un gran enfrentamiento. Para mí jugar en Francia era muy especial y una gran motivación», confesó el mallorquín, que ya ha hablado de su decisión de no competir con el capitán y con el presidente de la federación. Nadal explicó que necesita llegar bien al Abierto de EEUU y que la decisión de no participar en la Davis la tomaba «muy a su pesar», ya que le «motiva especialmente jugar en el país galo». No obstante, aseguró que al margen de las rodillas, se enccuentra «perfecto» físicamente.
En Wimbledon, torneo en el que al español le ha tocado un cuadro «muy complicado», ante rivales que son ‘sacadores’, señaló que «la única forma de aguantar es esperar tu momento».
