El doctor Eufemiano Fuentes, uno de los implicados en la ‘Operación Galgo’, desmintió ayer que dudara de la limpieza de la selección española de fútbol, a la que supuestamente culpó de haberse dopado para lograr la Eurocopa de 2008 y el Mundial de Sudáfrica.
En un comunicado remitido a los medios, indicó que «jamás» hizo los comentarios que le atribuyó un compañero de celda de los juzgados de Plaza Castilla: «Si yo hablara en España, no tendríamos ni Eurocopa ni Mundial», indicó supuestamente.
«Jamás he hecho esos comentarios. Simplemente soy un español de los más de 40 millones que nos sentimos orgullosos, admirados y agradecidos de los logros de nuestra ‘roja’, que seguramente se repetirán», indica la nota, con su DNI en la cabecera y que va remitida al presidente de la RFEF, Ángel María Villar, y a su junta directiva.
Asimismo, el médico pidió a Villar que le haga extensible «el sentimiento, tanto mío como el de mi familia, al cuadro técnico y jugadores y, especialmente, al equipo médico». «Estoy a disposición de la Federación para cualquier aclaración personal sobre el tema».
Por otra parte, su abogado, José Miguel Lledó, recalcó la inocencia de su cliente y recordó que «no ha vuelto a ejercer la medicina deportiva» desde que fuera implicado en la ‘Operación Puerto’.
Mientras tanto, el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, precisó que se vive «un momento triste» después de surgir la ‘Operación Galgo’, que ha convulsionado al país, pero destacó que se puede «seguir con la cabeza alta», porque se ha demostrado de nuevo que funciona la lucha contra el dopaje. «Hay que actuar con prudencia, porque el caso está bajo secreto de sumario y, por los datos que tengo, sigue abierta», por lo que rechazó dar una opinión.
Lissavetzky admitió que había habido «una conmoción social» y confió en que se resuelva bajo los parámetros de la Justicia en un proceso en el que el CSD se personará como acusación particular.
