Desde hace casi tres décadas, los segovianos subrayan su devoción a la Virgen de la Fuencisla a través de una sencilla iniciativa que surgió en 1981 por la intención de un grupo de devotos encabezados por el llorado José Antonio Flórez Valero que quisieron demostrar su cariño a la patrona de Segovia ofreciéndole algunos productos típicos de la tierra.
Veintinueve años más tarde, ese pequeño grupo de personas se ha transformado en una gran muchedumbre formada por asociaciones y colectivos de toda índole que quieren mostrar también su afecto a La Fuencisla con flores y distintos productos, y que ayer se volvieron a manifestar por las calles del centro histórico de la capital.
Tras concentrarse en el Azoguejo, el alegre cortejo de oferentes portaban sus distintos productos a los sones de la dulzaina y el tamboril, que daban una nota de color a una jornada marcada por la devoción popular.
A su llegada a la Plaza Mayor, el alcalde de Segovia, Pedro Arahuetes, junto a algunos concejales del equipo de Gobierno y del Partido Popular se incorporaron al recorrido para entrar todos juntos en la Catedral, en cuyo altar mayor les esperaban el obispo de Segovia, Angel Rubio y el Deán de la Catedral, Angel García Rivilla.
Tras la presentación del acto por la secretaria de la Cofradía de Nuestra Señora de la Fuencisla, Dolores Loranca, el historiador y director de la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce, Antonio Ruiz Hernando, pronunció la ofrenda comun, simbolizada en un cirio, una hogaza de pan y una jarra de vino que fueron entregados por la alcaldesa de las Fiestas de Segovia Cristina Escorial y sus damas de honor.
En la ofrenda, el historiador y Cronista Oficial de Segovia aseguró que las ofrendas “simbolizan el amor que Segovia tiene a la Virgen y que es recíproco, porque es nuestra madre y sabemos que siempre nos escucha”. Además, pidió la intercesión de La Fuencisla para que “no mire el pedazo torcido de nuestro corazón, sino aquel que permanece en la inocencia”.
Antes de comenzar la ofrenda por parte de los grupos, la Cofradía de Nuestra Señora de La Fuencisla entregó una recompensa al grupo de danzas “La Esteva” y a Angelita Torrego Ramos; propietaria del restaurante Maracaibo, y cocinera durante muchos años, como reconocimiento a la labor realizada para fomentar este sencillo acto.
Por el altar mayor pasaron centenares de personas que entregaron diversos productos a los pies de la patrona, que posteriormente fueron distribuidos por la cofradía en distintos centros asistenciales y caritativos de la capital.
