Los rivales en la carretera están casi derrotados, pero el británico Christopher Froome debe lidiar ahora con los escépticos que dudan de que su rendimiento esté libre de dopaje. Un día después de su exhibición en el Mont Ventoux, el líder del Tour de Francia abandonó furioso una rueda de prensa después de que la mayoría de las preguntas girasen sobre este tema.
«Estoy aquí sentado después de la mayor victoria de mi carrera y soy acusado de ser un mentiroso y estafador», indicó el británico antes de abandonar la sala.
El encuentro con los medios debía durar 15 minutos. Las tres cuartas partes del tiempo se dedicaron al doping, hasta que exasperado, el líder del Sky, normalmente prudente y modesto, puso fin de modo abrupto a las preguntas y dejó plantados a los alrededor de 100 periodistas congregados en el hotel del equipo.
«Solo puedo hablar abiertamente y decir a la gente que en mi interior sé que he entrenado mucho tiempo y duro. Fue una batalla hasta que conseguí llegar a este estado de forma», indicó el corredor, de 28 años, quien a seis días del final de la ronda gala tiene más de cuatro minutos de ventaja sobre el segundo clasificado, el holandés Bauke Mollema, y 4:25 al tercero, Alberto Contador.
El español, que fue sancionado dos años por un positivo por clembuterol y perdió por ese motivo el Tour de 2010, también reaccionó con sorpresa a la primera pregunta sobre dopaje. «En primer lugar, voy a decir que permitiré dos preguntas sobre este tema y no más. Si no, me iré a descansar, que todavía me espera una semana muy dura», advirtió el líder del Saxo-Tinkoff, que, inmediatamente, defendió la limpieza de Froome.
«¿Por qué voy a dudar de él? Es un profesional con un nivel altísimo durante todo el año y eso es fruto de su trabajo. Hay veces que estás más fuerte y otras, menos. Creo que lo hace limpiamente y, en todo caso, para eso están los controles», precisó.
Mientras tanto, el manager del equipo Sky, Dave Brailsford, respaldó a su capitán y se ofreció a la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) para facilitarle «cualquier tipo de información» que deje clara su inocencia.
«No hemos hecho nada incorrecto y tengo que oír esas preguntas. Reúnanse ustedes y díganme luego que hemos de hacer para convencerles», indicó.
«Dado lo que ha pasado con Armstrong, creo que la vieja forma de pensar no nos va dar soluciones. Podemos decirle a la AMA que vengan expertos para echar un vistazo a todo lo que tenemos. Podrían ver los datos de cada entrenamiento y los análisis de sangre. Ellos podrían contarle al mundo si somos creíbles o no. Esa sería mi mejor respuesta», concluyó.
